Secciones
Servicios
Destacamos
Ander Azpiroz
Madrid
Miércoles, 15 de noviembre 2023, 08:46
Han pasado 43 días desde que Felipe VI designó a Pedro Sánchez para que intente formar gobierno, un proceso que llega a su fin con una investidura que salvo sorpresa mayúscula saldrá adelante tras los pactos alcanzados por el PSOE con Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y CC.
Tras el fracaso de la investidura de Alberto Núñez Feijóo y la posterior ronda de consultas, el líder socialista recibe del jefe del Estado el encargo de formar gobierno. En este momento Sánchez solo cuenta con el apoyo de los 152 diputados del PSOE y de Sumar. Pese a no mencionar la palabra amnistía, el candidato redobla su apuesta por la «convivencia entre españoles y también entre los pueblos de España», lo que supondrá mostrar «generosidad».
El líder socialista cita la amnistía en la cumbre europea de Granada. «Conocemos la propuesta de Sumar y la de otros partidos políticos sobre la amnistía, que no deja de ser una forma de tratar de superar las consecuencias judiciales a la situación que vivió España con una de las peores crisis territoriales en 2017», señala el presidente en funciones. En paralelo, el PP urge sin éxito a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, para que fije una fecha para la sesión de investidura, tal y como hizo con Feijóo.
Barcelona alberga la primera gran manifestación contra la negociación entre el PSOE y las fuerzas independentistas. Unas 50.000 personas según la Guardia Urbana y 300.000 según la organizadora Societat Civil Catalana claman contra la amnistía y la autodeterminación, ellos Feijóo y Santiago Abascal. El líder del PP acusa a Sánchez de «reaccionario» y de pretender llevar a cabo una «involución».
Los líderes de PSOE y PP se reúnen en el Congreso en el marco de la ronda de consultas abierta por Sánchez de cara a su investidura. Tal y como estaba previsto se produce un diálogo de sordos. El socialista ratifica su intención de alcanzar un pacto con los independentistas y el popular reclama una repetición electoral en la que el PSOE incluya la amnistía en su programa electoral.
El candidato socialista se reúne en el Congreso con los representantes de las fuerzas cuyo apoyo le resulta imprescindible para sacar adelante su investidura. Las sensaciones son diferentes a la conclusión de cada encuentro. Mientras EH Bildu muestra de antemano su disposición a votar a favor, Junts advierte de que resta aún mucho camino por recorrer hasta alcanzar un «compromiso histórico». ERC y PNV reclaman el cumplimiento exhaustivo de los acuerdos que se alcancen, entre los que figuran el traspaso de competencias.
El PP hace uso de su mayoría absoluta para celebrar una sesión en la que presidentes autonómicos se posicionen sobre la amnistía. Al margen de los barones populares solo acude Pere Aragonés. «La amnistía hoy es imprescindible para avanzar en la resolución del conflicto político», afirma el presidente de la Generalitat antes de agregar que será el «punto de partido» para la celebración de un referéndum de autodeterminación pactado. Podemos hace público su malestar al sentirse apartado de las negociaciones y advierte a Sánchez de que el apoyo de sus cinco diputados no está asegurado ni vinculado a lo que decida Sumar.
Pedro Sánchez y Susana Díaz firman el acuerdo para formar un nuevo gobierno de coalición progresista pese a no tener aún los apoyos atados para la investidura. «¡Querido presidente, vamos a por más!», proclamó Yolanda Díaz. «Hemos estado cinco años y vamos a estar cuatro más», se vanaglorió a su vez candidato. El pacto incluye 230 medidas que incluyen la reducción progresiva de la semana laboral hasta las 37, 5 horas, sin llegar a asegurar que más adelante pueda llegarse a las 35 horas defendidas por la vicepresidenta; el blindaje de un Salario Mínimo Interprofesional equivalente al 60% del salario medio (tampoco aquí Sumar logra su aspiración de subirlo conforme al IPC), o la prórroga de los impuestos extraordinarios a la banca y las energéticas.
Pedro Sánchez reconoce ante la plana mayor de su partido que la amnistía a los encausados del 'procés' no estaba entre sus planes antes de conocer el resultado electoral del 23 de julio. Pero del mismo modo defendió que, llegados a este punto, no había más remedio que «hacer de la necesidad virtud». Por el bien de España, adujo. «En nombre de España», afirmó. Solo el castellano-manchego Emiliano García Page se posiciona en contra de pactar con los independentistas.
Félix Bolaños y Oriol Junqueras firman el pacto entre PSOE y ERC que ya habían cerrado vía telefónica dos días antes Sánchez y Aragonès. El acuerdo implica, además de la ley de amnistía, el traspaso integral de Rodalies (Cercanías) y una condonación de 15.000 millones de deuda a Cataluña o la reanudación de la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat.
Un detenido en el primer día de concentraciones frente a la sede socialista de Ferraz en contra de la Amnistía. Las manifestaciones van en aumento a partir de entonces y reciben el apoyo tanto de PP como de Vox, mientras que desde el PSOE se las considera como un ataque a la democracia.
El 87% de la militancia del PSOE apoya los acuerdos con Sumar y las fuerzas independentistas. La consulta, no obstante, no incluía la ley de amnistía y desde el PP se tacha de «paripé». Las bases de Podemos se pronuncian el mismo día para respaldar la autonomía de su partido frente a las directrices de Sumar.
El presidente del PP alienta las movilizaciones en la calle contra la ley de amnistía mientras el PSOE y Junts continúan las conversaciones en Bruselas, aunque los de Puigdemont se resisten a dar el sí definitivo. «No nos vamos a quedar quietos, no nos van a callar. Esto es un disparate democrático», clama el líder de los populares. En paralelo, los socialistas atan el respaldo del diputado de BNG.
Mientras PSOE y Junts negocian en la capital belga, el juez Manuel García Castellón cita como investigados a Carles Puigdemont y a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, en la investigación sobre Tsunami Democràtic. El Consejo General del Poder Judicial se apunta a la ofensiva judicial contra el pacto y su mayoría conservadora aprueba una declaración contra la amnistía.
Los antidisturbios se ven obligados a lanzar varias cargas contra radicales concentrados en torno a la sede del PSOE que levantan barricadas y queman contenedores. La noche se salda con cuatro detenidos. Sánchez zanja que no «quebrarán al PSOE» mientras Feijóo culpa al líder socialista del malestar social.
El comisario de Justicia, Didier Reynders, envia dos cartas al Gobierno español para pedir explicaciones sobre esta norma, ante cuya posible aprobación expresa su «seria preocupación». El comisario pide «más detalles» sobre el eventual borrado de los delitos vinculados al 'procés' independentista y asegura que «permanecerá vigilante» para garantizar tanto los valores fundamentales de la Unión Europea (UE) como el cumplimiento del Estado de Derecho. El ministro Bolaños responde a Reynders que ha respondido al comisario que la ley de amnistía «no corresponde al ámbito de decisión del Gobierno» y que «deberán tramitarse y resolverse en las Cortes Generales». Sánchez visita Ferraz para mostrar su apoyo a los trabajadores del PSOE.
El acuerdo entre PSOE y Junts incluye la amnistía y el verificador internacional. Puigdemont llevará a la mesa de negociación el referéndum a partir del artículo 92 de la Constitución, la única vez que se menciona la Carta Magna, y la cesión del 100% de los impuestos. Los disturbios regresan a la sede socialista de Ferraz en una manifestación que reúne a 8.000 personas y en la que se escuchan cánticos contra el Rey y la Monarquía. Las concentraciones se reúnen en otras ciudades españoles como Barcelona, Zaragoza o Granada.
Las asociaciones de Jueces, y de fiscales y el Consejo General del Poder Judicial reacción al pacto y lanzan sendos comunicados contra las referencias al «lawfare' o judicialización de la política» en el acuerdo.
El PSOE cierra el círculo para la investidura y firma acuerdos con PNV y Coalición Canaria, lo que otorga a Sánchez 179 apoyos en el Congreso, tres por encima de la mayoría absoluta. La Fiscalía no ve terrorismo en Tsunami y rechaza implicar a Puigdemont en lo que considera desórdenes públicos.
Cientos de miles de manifestantes claman 'no' contra la amnistía. El PP cifra en dos millones las personas congregadas en todo el país y avisa a Sánchez del despertar de «la mayoría silenciosa». «No callaremos hasta que se convoquen nuevas elecciones. ¿Por qué tiene Sánchez miedo a las urnas?», promete Feijóo desde la madrileña Puerta del Sol, flanqueado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida; y el expresidente del Gobierno José María Aznar.
El PSOE registra en el Congreso la ley de amnistía que permitirá el borrón judicial de los delitos cometidos desde 2013 a 2023 en el marco del proceso de independencia en Cataluña. Horas antes, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, fija la investidura para el 15 y 16 de noviembre. El PP da por hecho que Sánchez trata de derogar la división de poderes mientras Vox se querella contra el líder socialista y solicita ante el Supremo que se suspenda la sesión de investidura.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
Sergio Martínez | Logroño
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.