Bolaños encarga a un órgano opaco la elaboración de una «estrategia nacional» contra los bulos

El pasado sábado el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó la Orden PJC/248/2025 firmada por el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, en la que se establece que el «responsable» de la «elaboración» de este plan contra los bulos que supuestamente ponen en jaque la seguridad del Estado será la misteriosa «Comisión Permanente contra la Desinformación» (CPD).

A pesar de las numerosísimas iniciativas parlamentarias (procedentes de grupos tan dispares como Vox o Bildu) y de las igualmente incontables preguntas al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG), hasta la fecha se desconoce quiénes son los componentes de este órgano. Tampoco se ha conocido ni total ni parcialmente el orden del día de sus reuniones. Jamás se ha informado, aunque fuera de manera somera, de sus supuestos trabajos y mucho menos del contenido de los informes que asegura el CPD que ya ha remitido al Gobierno de Pedro Sáchez.

Moncloa durante estos cuatro años se ha venido escudando en que las personas que componen este órgano son «variables» y que son «funcionarios» -como policías, guardias civiles, «miembros del CNI», además de «funcionarios civiles- cuyos nombres no deben conocerse. El Ejecutivo solo comparte datos ya públicos como que es el director del Departamento de Seguridad Nacional, «en representación del Gobierno», quien preside las reuniones ordinarias.

A pesar de esta opacidad, el Gobierno ha puesto en manos de este organismo la redacción de esta «estrategia nacional» contra los bulos y en favor de la transparencia. Un plan, cuyas líneas maestras ya fueron aprobadas por el Consejo de Seguridad Nacional del pasado 28 de enero, y que ahora Moncloa considera imprescindible poner en marcha ya ante «la creciente complejidad geopolitica actual y el incremento en el uso de estrategias híbridas por parte de actores hostiles, estatales y no estatales».

Presidencia insiste en que España se enfrenta a «riesgos sistémicos» por el uso malintencionado de «las últimas tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial generativa». Moncloa afirma es imperativo el «refuerzo» de «una estrategia específica» contra las campañas de desinformación porque éstas son «una de las principales amenazas» para España.

El BOE no da apenas pistas de en qué va a consistir esta «estrategia nacional» contra los bulos, más allá de que irá alineada con los planes de la «democracias europeas» para «protegerse» de las «amenazas y los efectos nocivos de la desinformación y de la manipulación e injerencia en el espacio informativo llevada a cabo, en particular, por agentes extranjeros».

El Gobierno solo informa de que este proceso para elaborar el plan contra las noticias e informaciones 'fakes' será «dirigido» por la CPD a través de un «grupo de trabajo técnico», cuya composición tampoco detalla y que este grupo se «encargará de redactar los distintos borradores de la estrategia». Unos textos que, en cualquier caso, deberán pasar por la comisión para que su presidencia eleve una propuesta al Consejo de Seguridad Nacional, que será quien finalmente lo apruebe.

En todo este proceso, eso sí, Moncloa podrá recabar la opinión de las comunidades autónomas y de «expertos procedentes de la sociedad civil, el sector privado y el académico»

En cuanto a las directrices que deberá contener esta «estrategia de seguridad nacional» anti bulos son igualmente vagas. Este «grupo de trabajo técnico» tendrá la encomienda de elaborar un plan que «presente un enfoque amplio y transversal que se alinee con los intereses nacionales que se deben protege», además de «identificar los principales riesgos, y definir los objetivos y líneas de acción necesarias para la reducción de los riesgos identificados».