Bolaños desentierra en el Congreso 'Gürtel' mientras exige al PP la renovación del CGPJ

Bolaños echó una década la vista atrás para recordarle a los diputados del PP que el PSOE en 2013, cuando había una mayoría absoluta popular, fue capaz de llegar a un acuerdo para renovar el Poder Judicial a pesar de entonces «se hablaba de casos muy graves» de corrupción, en los que había «iniciales» (referencia a los apuntes de Luis Bárcenas), que apuntaban al entonces presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy. «Fíjense si teníamos buena excusa para no renovar, pero no lo hicimos», apuntó el titular de Justicia.

El ministro en su debut en la comisión se volcó en exigir esa renovación, tendió a todos para conseguir los nuevos nombramientos y rechazó las críticas por no defender a los jueces y no respetar la separación de poder. Y, sin embargo, acto seguido arremetió sin ambages contra parte del CGPJ. «La mayoría conservadora se extralimita de sus funciones y en otras ocasiones hacen dejación de sus obligaciones y ello causa desprestigio» en el Poder Judicial, se despachó.

Recordó que el actual consejo ya ha cumplido cinco años en interinidad, «el tiempo que dura un mandato», y que esta situación, de la que culpó en exclusiva al partido de Alberto Núñez Feijóo, es «absolutamente inconstitucional y contrario a la ley», además de una «anormalidad» en el «servicio ordinario de Justicia» y de un «problema reputacional y de prestigio» de esta administración judicial, que «preocupa» en Europa.

Según los datos que facilitó Bolaños, el número de plazas vacantes en los órganos superiores de Justicia ya alcanza los 90. Solo en el Supremo hay 23 puestos sin cubrir, un tercio de la plantilla del alto tribunal. Estas plazas cubrir implican que cada nuevo años se registren mil nuevos asuntos con retraso. El ministro, asimismo, aseguró que la Administración cada año tiene que desembolsar 12,5 millones de euros para evitar el colapso del sistema.

«No es una opción, es una obligación. Devolvamos la normalidad al consejo. Es un acuerdo posible», reclamó Félix Bolaños. Pero desde la bancada popular dejaron claro que no comparten la urgencia del Gobierno por la renovación porque la prioridad es «frenar primero los ataques despiadados» a la Justicia por parte de los socios del Ejecutivo de Pedro Sánchez y a los que el propio Bolaños asiste de forma «cómplice» con una «sonrisa».

«Primero hay que garantizar las constantes vitales y luego estabilizar al enfermo», avisó al ministro la portavoz popular de Justicia, enfriando las expectativas de que Sánchez y Feijóo puedan llegar a un acuerdo inminente sobre la renovación. «La esencia es lo que peligra ahora», abundó María Jesús Moro, quien, no solo no recogió el guante para intentar acercar posturas, sino que se volcó en críticas personales al propio Bolaños. «Que el artífice al mayor ataque a la independencia del poder judicial haya sido nombrado ministro de Justicia hace temer lo peor», le espetó.