Bolaños defiende que no hubo «lo que todos consideramos terrorismo» en el 'procés'

Bolaños, principal responsable de las negociaciones con el resto de partidos sobre este asunto, insistió en que la modificación aceptada por el PSOE para satisfacer las exigencias de Junts y ERC y blindar a Carles Puigdemont, a la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira, y a activistas de los CDR o 'Tsunami Democràtic' frente al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, que los investiga por terrorismo (en el caso de doce CDR con el respaldo de la fiscalía), no supone el traspaso de ninguna línea roja. «Lo que todos entendemos por terrorismo -defendió-, está fuera de la amnistía».

El texto original de la proposición de ley ya garantizaba, en la práctica, la cobertura a los implicados en 'Tsunami' y la 'Operación Judas' porque, a instancias de sus aliados, durante la negociación de la investidura de Pedro Sánchez, los socialistas ya accedieron a que en el artículo en el que se explicitan cuáles son los delitos no amnistiables se incluyera los de terrorismo pero con la condición de que existiera sentencia firme. Es harto improbable que los procesos judiciales en marcha culminen antes de principios de abril, que es cuando previsiblemente, entrará en vigor la ley. De modo, que todos los ahora investigados ya iban a quedar impunes.

Los independentistas, no obstante, querían curarse en salud y eliminar por completo el apartado que hacía alusión al terrorismo. Temían que el Tribunal Constitucional pudiera interpretar que vulnera el principio de igualdad distinguir entre los potenciales amnistiables en función de la fase procesal en la que se encuentren sus casos. Y, tras haber dado a entender que en ningún caso se alteraría ese punto, los socialistas acabaron presentando ayer con sus socios una enmienda transaccional que deja a ERC y Junts más tranquilos y que, según el Gobierno, dota a los jueces de «mayor seguridad jurídica». «Ha sido siempre una ley sólida pero que con las enmiendas que pactamos -argumentó Bolaños- es todavía más solida.

El ministro, que hizo estas declaraciones a los medios antes de participar en la toma posesión de Álvaro García Ortiz como nuevo Fiscal General del Estado, pidió «ser conscientes» de que lo que busca la polémica norma - a la que el PSOE se oponía antes de las generales del 23 de julio por considerarla inconstitucional- es «normalizar la situación política, institucional y social» de Cataluña. «Se supera definitivamente una herida muy profunda entre catalanes y entre Cataluña y el resto de España; queremos que la convivencia se garantice y ese es el objetivo», adujo.

También cargó contra el PP, después de que el vicesecretario de Asuntos Institucionales, Esteban González Pons, advirtiera la víspera de que el actual Tribunal Constitucional está «contaminado políticamente» y llegara a calificarlo «cáncer» del Estado de Derecho, aunque acabara retirando el término. «Los populares, empezando por el señor Feijóo están en una espiral de extremismo, de mentiras, de exageraciones y de deslegitimar a las instituciones. En algún momento fue un partido de Estado y hoy es un partido contra las instituciones del Estado», recriminó.

Además, admitió su «preocupación» después de que el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch que, para criticar el último requiebro del PSOE dijo hoy: «Dios no quiera que le vuelen la cara a tiros a Bolaños como a Vidal Quadras y tengamos que consultarle a él si ese terrorismo es bueno o malo». «Me preocupa que los energúmenos, los violentos, los que incitan a la violencia, se sientan legitimados par hacer este tipo de discursos -replicó Bolaños-. Los discursos violentos acaban generando violencia. Hagamos que los argumentos primen».