Secciones
Servicios
Destacamos
Solo la lluvia impedirá a Podemos estar este sábado «donde todo empezó». El partido morado había planeado un gran acto en el madrileño barrio de Lavapiés, donde se fundó hace casi una década con el objetivo de convertirse en «máquina de guerra electoral». Pero ahora, ... diluidos con cinco diputados en el grupo parlamentario de Sumar, privados de las portavocías en el Congreso y alzando la voz por mantener sus puestos en el eventual Gobierno de coalición, la meteorología les ha obligado a trasladarse al Círculo de Bellas Artes de Madrid. No tendrán la foto que querían buscar con una plaza de Nelson Mandela llena, pero el objetivo será el mismo: tratar de rearmarse y abonar el terreno para evitar diluirse en la organización que dirige Yolanda Díaz, ungida por el fundador de los morados, Pablo Iglesias.
El acto estará protagonizado por su secretaria general, Ione Belarra, y la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, más cuestionada esta semana aun si cabe por la rebaja del Tribunal Superior de Justicia de Navarra de un año en la condena de uno de los integrantes de La Manada por la aplicación de la ley del 'solo sí es sí'. Los morados esperan desagraviarle, exigir su permanencia al frente de una cartera muy sensible para el Gobierno «progresista y feminista» y reconocer «el alto coste que, en ocasiones, ha tenido que asumir por impulsar estos avances».
Fuentes del partido explican a este periódico que el evento servirá para marcar los próximos pasos de la hoja de ruta de la formación. «Belarra y Montero reivindicarán que Podemos es la única herramienta política que ha demostrado su capacidad de transformación y su utilidad para la ciudadanía», reiteran los morados. Desde hace semanas, la cúpula de la formación advierte de que sus cinco votos responderán a la dirección del partido, y no a las directrices de Yolanda Díaz.
El momento es, además, crítico para Podemos. No cuenta con senadores y apenas dispone de un puñado de escaños autonómicos que para colmo en la mayoría de casos pertenecen a corrientes críticas con la dirección nacional, como es el caso de Navarra. La única opción de resucitar políticamente el partido pasa desde el 23-J por la beligerancia y el protagonismo de sus cinco representantes en la Cámara baja.
Paralelamente, Sumar prepara para principios de año, cuando la situación política y la ronda de investiduras se resuelvan, su propio Congreso. Díaz planteó siempre la fundación de su partido como una plataforma ciudadana que creara un «proyecto de país para la próxima década», pero a diferencia de Podemos, carecía del músculo de una militancia numerosa. Ahora la vicepresidenta segunda en funciones quiere ir más allá y edificar los andamios sobre los que asentar un proyecto «a largo plazo». «Sumar ha venido para quedarse», ha incidido la líder gallega tras las elecciones.
Esta circunstancia, en principio, es negativa para Podemos, cuya cúpula ha pedido durante todo el proceso de formación de la coalición «respeto» a Díaz y se considera «la fuerza hegemónica de la izquierda». Con más competencia en el espacio político, solo quedaría la opción de mantener unida la coalición o abocarse a concurrir a los siguientes procesos electorales, como las Europeas de junio del año que viene, por separado, con la penalización que ello supone.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.