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Los reiterados fallos técnicos al inicio de la declaración de Luis Bárcenas y su negativa a dar detalles de una cuestión que está sometida al secreto del sumario porque se está juzgando en la Audiencia Nacional amenazaron con deslucir la primera jornada de comparecencias ... de la comisión que investiga el 'caso Kitchen' en el Congreso. «Me acojo a mi derecho a no declarar», reiteró el extesorero del PP ante cada pregunta que le hacían los portavoces parlamentarios, pero poco a poco fue cambiando de opinión hasta acabar reconociendo que grabó al expresidente Mariano Rajoy «destruyendo» en persona documentos relacionados con la contabilidad del partido.
El extesorero, que comparecía por vídeoconferencia desde la prisión de Soto del Real en la comisión que investiga el supuesto caso de espionaje a él y su familia en 2013, también indicó que el entonces secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, «no tenía un interés personal» en ordenar seguimientos contra su persona y que, por tanto, «debía contar con el respaldo de su superior jerárquico». Al ser preguntado por el diputado del PSOE Felipe Sicilia sobre si esta persona podía ser Mariano Rajoy, Bárcenas respondió: «Es una suposición, pero así lo creo».
Pero las vagas respuestas que el extesorero iba dando propiciaron un esfuerzo mayor por parte de los parlamentarios que le interrogaban. El diputado de Ciudadanos Edmundo Bal, pidió a Bárcenas que señalase «claramente» al responsable de dicha operación. «Es evidente que eso tiene que ser una persona del máximo nivel» dentro del PP, insinuó. «¿Mariano Rajoy o María Dolores Cospedal?», centró la pregunta. A lo que Bárcenas respondió con un enigmático «puede haber una tercera persona». Ante la insistencia de Bal para que lo identificara, Bárcenas se limitó a responder: «Prefiero no dar más nombres porque esas cosas tienen que acreditarse».
Otra de las revelaciones novedosas de la comisión es que el extesorero confesó que no tenía en nómina a Sergio Ríos mientras fue su chófer porque este «estaba cobrando el paro y no podía pagarle por el método tradicional». Rico fue la persona utilizada supuestamente por la trama para espiar al extesorero, con lo que debía de cobrar por «tres vías distintas», la subvención por desempleo, las cantidades procedentes de los fondos reservados de Interior y lo que le pagaría Bárcenas en negro.
El diputado popular Luis Santamaría aprovechó su turno para denunciar que la comisión es «fake» y acusó al resto de grupos de haberse pasado nueve meses para decidir qué le podía ofrecer «un mayor rédito político» para convertirla en «una causa general contra el Partido Popular».
Bárcenas tuvo este miércoles, además, dos noticias, una buena y otra mala. La Audiencia Nacional le concederá un permiso de 12 días, pero le deniega la progresión al tercer grado y la aplicación del artículo 100.2, que le permitiría estar en un régimen de semilibertad.
Será el primer permiso penitenciario que disfrute tras ingresar en la prisión de Soto del Real para cumplir la condena de 29 años de prisión y un mes por la primera época de la trama Gürtel (1999-2005).
Después de Bárcenas, compareció Miguel Ángel Bayo, comisario adscrito a la Secretaría General de la Dirección Adjunta Operativa; y este jueves harán lo propio los comisarios Felipe Eduardo Lacasa Córdoba y José Antonio Rodríguez González.
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