Isabel Díaz Ayuso arremetió este martes contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, después de que este asumiera ayer «toda la responsabilidad» sobre la filtración de datos confidenciales que afectan a su pareja, Alberto González Amador, en un comunicado emitido por el Ministerio ... Público y que el empresario ha llevado ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por presunta revelación de secretos. «Tenemos hoy un fiscal general del Estado que puede confesar públicamente que es el responsable de filtrar los datos de los datos personales de un particular y no pasa nada. Este es el país de la impunidad», lamentó en un mitin junto al candidato del PP a las elecciones vascas, Javier de Andrés.
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La presidenta de la Comunidad de Madrid denunció que «todas» las instituciones del Estado estén actuando «a la venezolana» al convertir a su pareja «en una diana» por ser «alguien relacionado con un adversario político». «¿De quién depende la Fiscalía? Pues ahí está, gobernando en contra del adversario político como en los peores países que hace ya muchos años que abandonaron la libertad para que no haya esa alternancia», lanzó en alusión a las declaraciones de Pedro Sánchez en las que asumía que la Fiscalía General depende del Gobierno para prometer que traería de vuelta a España a Carles Puigdemont para que fuera juzgado.
En su intervención, Ayuso apeló a los votantes moderados del PNV a los que recordó que la formación nacionalista ha votado esta legislatura «todas las barbaridades de Sánchez» y ahora, tras ver las encuestas, «se han puesto nerviosos». La líder madrileña considera que el partido de Andoni Ortuzar está teniendo un castigo en su electorado –los sondeos recogen un sorpasso de EH Bildu, que ganaría las elecciones de este domingo– por haberse «travestido en la izquierda más absoluta».
Frente a un PNV en decadencia, Ayuso defendió al PP como «la única opción constitucionalista», que defiende los valores de los vascos como la libertad de empresa, la propiedad o la familia. Se refirió además a lo que calificó como un «éxodo» de los jóvenes vascos en busca de oportunidades fuera de Euskadi y al final de la libertad de pensamiento. «En el momento que un Nicolás Terreros es expulsado de su partido, indica cómo se están poniendo las cosas».
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