El auto de Lamela, en cinco claves

Con el visto bueno de la Fiscalía de la Audiencia Nacional y el aval previo del fiscal general, cuya querella del lunes motivó las citaciones de ayer, la titular del Juzgado Central de Instrucción número tres acordó la prisión incondicional para el exvicepresidente Oriol Junqueras y los exconsejeros Raül Romeva (Exteriores), Josep Rull (Territorio), Meritxell Borràs (Gobernación), Joaquim Forn (Interior), Carles Mundó (Justicia), Jordi Turull (Presidencia) y Dolors Bassa (Trabajo). A continuación, en cinco claves, se argumentan los motivos que han llevado a la cárcel a medio Govern.

La hoja de ruta para alcanzar la independencia de Cataluña se encuentra en un documento denominado EnfoCATs («reefoncando el proceso de independencia para un resultado exitoso. Propuesta estratégica»). En él se recogía qué papel debería jugar cada uno de los actores en el desarrollo del plan. Este documento, en la práctica, se corresponde perfectamente con todos los pasos ejecutados por el Gobierno de la Generalitat durante los más de dos años transcurridos, incluida la declaración unilateral de independencia (DUI). Además, con los actos ejecutados en desarrollo práctico de esta hoja de ruta, se ha venido desobedeciendo sucesiva, sistemática y frontalmente todas y cada una de las decisiones del Tribunal Constitucional.

El 12 de abril de 2015 se elaboró un documento en el que se planteaba el escenario de celebrar elecciones plebiscitarias y constituyentes como etapa del proceso de independencia nacional y ante la posibilidad de que la Generalitat fuera «intervenida políticamente y jurídicamente por el Estado español y/o algún partido soberanista ilegalizado». Se afirma que, «en estos escenarios, la ciudadanía emerge como el agente político que impulsa el proceso de independencia», afianzando las plataformas unitarias y trabajando en tres líneas: mantener la actividad normal del país, ensanchar la base social favorable a la república catalana y organizar movilizaciones masivas, pacíficas, ágiles y espectaculares.

El 6 de septiembre pasado el expresidente mandó una carta a los alcaldes de Cataluña pidiéndoles que pusiera a disposición locales municipales para la celebración del referéndum. Algunos desatendieron la solicitud, lo que motivó que el 8 de septiembre, en el primer acto público celebrado tras la convocatoria, ya suspendida por el Constitucional, del referéndum ilegal, el expresidente, acompañado por el presidente de ANC Jordi Sànchez, y en un mitin organizado en San Juan de Espí, hizo un llamamiento al hostigamiento de los asistentes a estos alcaldes: «Miradles a los ojos y que os digan si os dejan votar o no. Vosotros les pagáis y ellos os tienen que rendir cuentas».

La declaración de independencia impulsada por los querellados llevaba anudada la asunción en exclusiva del mando sobre los Mossos, cuerpos policial integrado por más de 17.000 agentes armados, con el potencial efecto intimidatorio que los mismos representaban. En este sentido, Joaquim Forn, exconsejero del Interior, declaró el 11 de octubre y, a la pregunta de si podría producirse un enfrentamiento entre Mossos y Policía Nacional y Guardia Civil, dijo que «si hay buena voluntad y se acepta la nueva realidad política, no habrá colisión entre policías». En relación a la celebración del referéndum, sostuvo que los «Mossos permitirán votar con tranquilidad el 1-O».

Una de las razones, además de responder al fiscal en el interrogatorio de ayer, por la que la juez Lamela ordenó prisión bajo fianza de 50.000 euros para Vila es que no apreció riesgo de reiteración delictiva a diferencia del resto de encarcelados. Según el auto, el motivo es que él mismo desistió voluntariamente de proseguir con el proceso soberanista el día 26 de octubre, esto es, un día antes de que la DUI fuera votada en el Parlament, «lo que pone de manifiesto su voluntad contraria a consumar el intento secesionista».