El audio de Sánchez en su interrogatorio: «Es mi esposa. Señoría, me acojo a la dispensa del artículo 416»

El titular del Juzgado de Instrucción 41 de Madrid ha tratado a toda costa de que las imágenes de Pedro Sánchez negándose a declarar en la causa contra Begoña Gómez por tráfico de influencias y corrupción en los negocios vean la luz pública. Sin embargo, este periódico sí que ha tenido acceso al audio de esa fallida declaración histórica.

Sin atisbo de nerviosismo en la voz, Sánchez responde sin titubeos y de manera muy breve a las preguntas de Peinado, a quien sí se le siente cierto grado de tensión en sus intervenciones. En esa grabación, el presidente del Gobierno solo articula 29 palabras en siete frases, algunas simples monosílabos.

La primera es para saludar con un «buenos días». La segunda, para pronunciar su nombre completo («Pedro Sánchez Pérez-Castejón»). La tercera, para decir que conoce a uno de los imputados en estas diligencias previas («es mi esposa»). La cuarta y la quinta, para negar vínculos con el resto de investigados («no» y «tampoco»). La sexta, para anunciar que no iba a declarar («señoría, me acojo a la dispensa del artículo 416»). Y la séptima y última para insistir en que iba a guardar silencio haciendo uso de esta prebende de la Lecrim («deseo acogerme al derecho que tiene reconocido la ley).

 

La mayor parte de los menos de dos minutos que dura esta diligencia es la intervención del magistrado para explicar a Sánchez, como a cualquier otro testigo, el motivo de su citación judicial. «Mire, se trata de practicar una diligencia consistente en la toma de declaración. Si usted desea declarar… por lo que le informaré a continuación. Es un procedimiento que se sigue en el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid con el número de diligencias previas 1146/2024. En ese procedimiento existen en este momento tres personas que tienen la condición de investigadas. Y le voy a preguntar si con alguna de ellas tiene usted algún tipo de relación. La primera de ellas se llama doña Begoña Gómez Fernández. ¿Con esta persona tiene usted algún tipo de relación de parentesco? ¿Amistad, enemistad?« es la introducción que hace Peinado.

Tras la confirmación de Sánchez de que, efectivamente, se trata de su mujer, Peinado le pregunta sobre si tiene vínculos con los otros dos imputados de esta causa – el empresario Juan Carlos Barrabés y el rector de la Complutense Joaquín Goyache-. El presidente niega cualquier relación con ellos, después de lo cual el juez avisa al testigo de que «usted está dispensado de declarar en todo aquello que pudiera perjudicarle». Aunque Peinado le insiste en que hay otras «dos personas con las que ha manifestado que no tiene ningún tipo de relación», también le recuerda a Sánchez que la Ley de Enjuiciamiento Criminal igualmente le permite guardar silencio porque cabría la «posibilidad de perjudicar o comprometer a su esposa» si responde sobre cuestiones relativas a Barrabés o Goyache.

«Una vez que creo que está suficientemente informado. Lo primero que voy a preguntarle es si usted va a acogerse a la dispensa de declarar o por el contrario, quiere prestar declaración», inquiere Peinado. «Señoría, me acojo a la dispensa del artículo 416», señala Sánchez, en relación con ese precepto que establece literalmente que pueden negarse a ser interrogados «los parientes del procesado en líneas directa ascendente y descendente, su cónyuge o persona unida por relación de hecho análoga a la matrimonial, sus hermanos consanguíneos o uterinos y los colaterales consanguíneos hasta el segundo grado civil».

«¿No desea prestar declaración respecto de ninguna de las preguntas que se pudieran haber formulado?», insiste el instructor, a pesar que la respuesta primera de Sánchez es clara. «Deseo acogerme al derecho que tiene reconocido la ley?», reitera con frialdad el presidente. «Pues muchísimas gracias. Se da por concluida la diligencia», zanja Peinado.

El juez del caso contra Begoña Gómez el pasado 7 de septiembre ordenó a los técnicos de 'Madrid Digital', empresa encargada de la grabación del jefe del Ejecutivo, que hicieran «copias debidamente identificadas» de las palabras de Sánchez para evitar, al menos, que las imágenes de ese interrogatorio vieran la luz.

El titular del Juzgado de Instrucción 41 de Madrid con su decisión de identificar las copias de la comparecencia de Sánchez trataba de blindarse contra las acusaciones del propio presidente y de su mujer, quienes en sus querellas por prevaricación judicial ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid insinúan que es el juez quien está dando pie a las filtraciones de las actuaciones de este procedimiento para que acaben en los medios de comunicación con el fin de dañar la imagen del jefe del Ejecutivo.

De hecho, además de prevaricación, la defensa de Gómez acusa al instructor de revelación de actuaciones procesales declaradas secretas y de revelación de secretos de particular por funcionario público.