La Audiencia Nacional excarcela a las dos madres españolas del Daesh tras estar 20 meses presas

Los magistrados de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal han estimado la solicitud de la Fiscalía y de la defensa de las dos madres, Luna Fernández y Yolanda Martínez, durante la vista celebrada este lunes, en la que se debía decidir si se prorrogaba la prisión provisional más allá de dos años a la espera de juicio, como reclamó la acusación popular de la AVT, o quedaban en libertad.

El tribunal presidido por Juan Francisco Martel considera que se ha eliminado el riesgo de fuga para cambiar la situación personal de las acusadas. En cambio, les impone la obligación de designar domicilio a efectos de notificaciones y requerimientos, comparecencias semanales ante el juzgado, la prohibición de salida del territorio nacional y la retirada del pasaporte.

El pasado enero, el juez de instrucción Santiago Pedraz acordó el procesamiento de las dos mujeres por haber participado presuntamente en actividades en favor de la organización yihadista antes de su desplazamiento voluntario a la zona de conflicto sirio-iraquí junto a sus maridos, "aceptando el mismo destino que ellos una vez proclamado el pseuodcalifato en junio de 2014 por Abu Bakr al-Baghdadi y con plena voluntad de mantener su integración en la referida organización".

La resolución también incluyó las labores de adoctrinamiento llevadas a cabo por las investigadas con sus nueve hijos biológicos y con otros cuatro menores a su cargo en favor de esa organización terrorista. La semana pasada la Fiscalía solicitó para ellas seis años de cárcel y cinco más de libertad vigilada una vez hayan cumplido la condena. Todavía no hay fecha para el juicio.

Yolanda Martínez y Luna Fernández viajaron «voluntariamente» a Siria entre 2014 y 2015 junto a sus maridos, Omar El Harchi y Mohamed Amin El Aabou, ambos miembros de la denominada Brigada Al Andalus. Lo hicieron, según destaca el escrito provisional de Fiscalía, «compartiendo y aceptando el mismo destino» que sus parejas. Allí permanecieron hasta la derrota del ISIS y su pérdida de control del territorio. Entonces, fueron detenidas en la ciudad de Baguz y trasladadas a un centro de arresto de Al Hol, controlado por las milicias kurdas en Siria.