El asesinato de una cocinera por un preso abre una crisis a Aragonès

El malestar de los trabajadores públicos de las cárceles catalanas -competencia transferida a la Generalitat-, ha ido 'in crescendo' en los últimos días. El jueves los funcionarios descargaron su enfado frente a la Consejería de Justicia para exigir la dimisión de su responsable, Gemma Ubasart, y el viernes las protestas derivaron en bloqueos a los accesos a los penales que obligaron a seis de ellos a confinar a casi 5.000 internos en sus celdas. Este sábado, un centenar de funcionarios, según los sindicatos, cortaron la entrada hacia la prisión de Quatre Camins y Joves y otro grupo minoritario a la cárcel de mujeres de Barcelona Wad-Ras.

Estas movilizaciones han pillado con el pie cambiado al Ejecutivo de Aragonès, que en plena gestión de la grave sequía que sufre la región y de la convocatoria electoral, con la incógnita de si Carles Puigdemont concurrirá finalmente como candidato de Junts a los comicios del 12-M, abrió este sábado la precampaña de ERC en Barcelona.

Los sindicatos culpan a Ubasart de impulsar una política penitenciaria más preocupada de los derechos de los presos que de la seguridad de los funcionarios. La consejera descarta dimitir. «Sería la decisión más fácil pero no la más acertada. Por responsabilidad, nuestra obligación es gestionar lo que tenemos delante», señaló.

La presidenta de Junts, Laura Borràs, no pidió la renuncia de Ubasart ni criticó abiertamente cómo la Generalitat está abordando el conflicto, pero calificó este sábado de «delicada» la situación en las prisiones. «Se debe atender esta cuestión, escuchar a los afectados y poner soluciones sobre la mesa», dijo. Los trabajadores no reconocen la interlocución de la consejera de Justicia.

A última hora del sábado, los funcionarios de prisiones decidían dejar de bloquear con sus protestas los accesos a la cárcel de mujeres de Wad-Ras en Barcelona, de modo que pudieron entrar al centro los empleados del turno de noche. Sin embargo, continuaba bloqueada la entrada a la cárceles de Joves y de Quatre Camins, también el término municipal de la Ciudad Condal.