Casado se desmarca de Ayuso sobre el Rey y los indultos

El jefe de la oposición pretende poner punto final a la polémica abierta por la presidenta madrileña, cuyas palabras causaron estupor y enfado en la dirección popular. «¿Qué va a hacer el Rey de España a partir de ahora? ¿Va a firmar esos indultos? ¿Le van a hacer cómplice de eso?» se preguntó Ayuso en presencia de Casado momentos antes de que comenzara la concentración de protesta en la plaza de Colón contra las medidas de gracia.

Casado aprovechó este lunes la presentación de la convención que celebrará su partido en octubre en Valencia para sepultar un debate que, a su entender, juega en contra del PP. Aunque en un primer momento desde la propia dirección de los populares se alimentó la idea de que el Gobierno de Sánchez iba a forzar al Rey al desdoro de firmar de los indultos, después se abandonó esa línea de crítica al Ejecutivo. Por esosorprendió que Ayuso la volviera a poner sobre la mesa.

El presidente del PP rechazó que se pretenda ver una supuesta complicidad del jefe del Estado con la concesión de los indultos, una hipótesis incluida en la tercera pregunta que formulóla presidenta madrileña. «La sociedad española –dijo Casado– tiene muy claro el quién es quién del triste pacto de los indultos. Y sabe muy bien, que nadie, salvo quienes los promueven y los aplauden, son responsables de ese acto profundamente inmoral y trágicamente equivocado. No hay más cómplices que ellos».

La enmienda del líder del PP tuvo eco inmediato en otros dirigentes del partido, aunque ninguno reprochó a Ayuso sus palabras. «Es evidente que el Rey tiene que sancionar y por tanto me imagino que la presidenta de Madrid se preguntaría sobre la comodidad de la sanción de la resolución del Gobierno», disculpó el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. El portavoz nacional del PP puntualizó que «el debate no son las palabras de Ayuso, el debate es si procede o no procede conceder los indultos». José Luis Martínez Almeida calificó de «anécdota» los interrogantes planteados por su compañera y acusaó al Gobierno de «agarrarse como a un clavo ardiendo» a esas palabras para desviar la atención.

Ayuso recibió el mensaje y matizó la referencia a la complicidad, pero matuvo la esencia de sus preguntas. «Mi preocupación es que esta decisión (la de los indultos) va a llegar la mesa del jefe del Estado», señaló en la Asamblea regional. «Me duele profundamente –prosiguió– el compromiso al que le van a someter» con la firma. La presidenta precisó, eso sí, que el Rey «no es cómplice de nada» porque «toda la culpa» es de Sánchez.

En la Casa del Rey no hicieron comentarios sobre un debate «inexistente». La Constitución tasa con claridad cuál es el papel del jefe del Estado. El artículo 62 establece que sanciona «los decretos acordados en el Consejo de Ministros» y ejerce «el derecho de gracia». No fija ninguna excepción ni prevé la posibilidad de una negativa a sancionar las decisiones del Consejo.

El Gobierno también evitó ahondar la polémica. Pedro Sánchez señaló desde Bruselas, donde participó en la cumbre de la OTAN, que le causaron «extrañeza» las palabras de Ayuso, tanto «por la forma como por el fondo» de lo que dijo. Una sensación, añadió, que también debieron tener «el 99,9% de los españoles». Pero no fue más allá.

El silencio fue la respuesta gubernamental y solo la ministra de Industria apuntó que la presidenta de Madrid «se equivocó» al preguntarse si Felipe VI firmará los indultos. Reyes Maroto señaló en TVE que Ayuso tendrá que explicar y «justificar» por qué «usó» a la Jefatura del Estado para atacar al Gobierno.