Guerra abierta en Ciudadanos tras pedir Arrimadas a Bal retirar su candidatura

Por la tarde ambos dirigentes mantuvieron una reunión por espacio de una hora en el Congreso para tratar de rebajar la tensión. Un encuentro en el que el equipo de Arrimadas ve avances hacia una candidatura de unidad.

En su comparecencia por la mañana, la presidenta de Cs aseguró que el, a la sazón, portavoz nacional, a quien definió como su «amigo, compañero y mano derecha», ha generado «incertidumbre» entre los militantes con su «inesperado» anuncio. «No podemos pensar en luchas internas y permitir que se tire por la borda todo el trabajo», apuntó Arrimadas antes de pedir a Bal que se sume a la «candidatura de centro» en la que, sostiene, «lleva trabajando meses» -la cual no liderarían ninguno de los dos-. Una lista de la que el abogado del Estado, según la presidenta de los naranjas, era consciente antes de dar tal paso al frente.

La dirigente liberal circunscribe el enfrentamiento con el que ha sido su hombre de confianza en la actual legislatura a una «fuerte discrepancia ideológica» respecto a leyes del Ejecutivo como la del 'solo sí es sí' o la ley trans, deslizando que la responsabilidad de votar a favor de dichas normas fue del propio Bal. A él le quiso mandar el mensaje implícito de que Cs «no puede ser un apéndice del PP, pero tampoco del Gobierno de Pedro Sánchez».

Una crítica velada a su compañero de partido tras el reproche que este lanzaba en una entrevista en Onda Cero antes de la rueda de prensa de Arrimadas. Bal, que no parece plantearse un paso atrás aunque el balón esté ahora en su tejado, lamentó Cs parezca ahora «un partido de derechas y subrayó que su pretensión es que «vuelva a parecer liberal». También dejó claro que, a su juicio, Arrimadas debe «dar un paso atrás» y sumarse a su lista.

La formación naranja se asoma al cisma interno antes de afrontar el ciclo electoral de 2023 -la mayoría de encuestas pronostican que sufrirá su debacle final-. Desde que Bal desvelase sus intenciones, son varios los diputados que se han manifestado a favor del portavoz en la Cámara baja. En concreto, todos los miembros del grupo parlamentario -María Carmen Martínez, José Ignacio López-Bas, Sara Giménez, Miguel Gutiérrez y María Muñoz-, a excepción de Guillermo Díaz, el único que permanece fiel a la presidenta y que la arropó este lunes en la sede de Cs.

No obstante, otros cargos como la vicealcaldesa madrileña, Begoña Villacís -el principal activo político que le queda a los liberales-, parecen reacios a un eventual liderazgo del abogado del Estado y se opondrían a su candidatura.