Arrimadas advierte en su despedida del Parlament que «el 'procés' seguirá haciendo daño»

Durante el pleno de este jueves han intervenido los tres parlamentarios catalanes que dicen adiós tras ser elegidos diputados en las Cortes. Primero, Gerard Gómez del Moral (ERC), que ha leído una carta de Junqueras, que también abandona el acta de la Cámara catalana para ser diputado en el Parlamento español. Luego, Laura Borrás y finalmente Inés Arrimadas.

La dirigente de Ciudadanos se ha despedido con una alocución trufada de referencias de tipo personal y mensajes políticos. Emocionada y al borde del llanto, se ha declarado catalana por «elección». Ha dado las gracias a los diputados de todos los grupos y a «todos» les ha deseado suerte en los personal, no así en lo político. Y ha exhibido su último cartel. Quim Torra ironizó ayer en su último mano a mano con la dirigente de la formación naranja con la costumbre de Arrimadas de mostrar fotos y carteles en sus intervenciones parlamentarias.

En la imagen, la líder de Cs ha denunciado que frente a su casa en Barcelona han aparecido a primeras horas de la mañana pintados lazos amarillos con la frase: «Que lo pases bien, Inés». «Seguiremos defendiéndonos contra el nacionalismo», ha expresado. «Es difícil defenderse contra el nacionalismo, pero volverá a valer la pena», ha señalado.

La dirigente constitucionalista ha cargado muy duro contra el independentismo. «El 'procés' ha hecho mucho daño y lo seguirá haciendo», ha avisado, «Pero seguiremos aquí, al pie del cañón», ha advertido a los secesionistas. Quim Torra aseguró este miércoles que Cs ha fracasado porque está en situación de liquidación en Cataluña. Sin embargo, Arrimadas le ha replicado y ha asegurado que Ciudadanos gobernará en Cataluña y en el conjunto de España

Arrimadas ha echado la mirada atrás de los seis años que ha pasado en la Cámara catalana como diputada, primero como mano derecha de Albert Rivera y estas dos últimas legislaturas como jefa de la oposición. A su juicio, el Parlamento catalán refleja cómo está la sociedad catalana: dividida y confrontada. Por culpa, ha dicho, de un proyecto independentista que a su entender ha supuesto la «etapa más negra» de la historia democrática de Cataluña.

Al final de su alocución, su grupo parlamentario se ha levantado y ha aplaudido efusivamente. Quim Torra y el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, también se han levantado, pero no han aplaudido. El resto de miembros del Govern han permanecido sentados en sus escaños. Cuando Arrimadas ha regresado a su asiento, los jefe de los grupos parlamentarios se han acercado a saludarla. Lo ha hecho el del PP, el PSC, JxCat y Esquerra. Los miembros del Gobierno no han saludado a la jefe de la oposición en un primer instante. Pero Arrimadas se ha acercado a los escaños del Ejecutivo para dar la mano uno a uno a los consejeros que estaban presentes.