Archivan la querella de Rosell por el supuesto caso de 'lawfare' que le encarceló

Rosell, que se considera víctima de una operación mayor puesta en marcha por la llamada 'policía patriótica' contra el independentismo catalán -en el denominado contexto del 'lawfare' o guerra judicial que PSOE y Junts pactaron investigar en el Congreso para apoyar la investidura de Pedro Sánchez-, puede recurrir el sobreseimiento provisional de su querella ante la Audiencia Provincial de Madrid.

En su auto, el juez Hermenegildo Alfredo Barrera, titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid, hace un sucinto repaso de las diligencias practicadas desde que admitió la querella en octubre de 2022 hasta su archivo, que ha contado con el respaldo de la Fiscalía Provincial de Madrid. Una acción penal que el expresidente del Fútbol Club Barcelona entre 2010 y 2014 dirigió contra tres policías y un agente del FBI, la agencia federal de investigación estadounidense, destacado en España. Los investigados son los comisarios jubilados José Manuel Villarejo y Antonio Giménez Raso, el inspector Alberto Esteve y al agente Marc L. Varri.

Relata el juez que Sandro Rosell acusó a estas personas de montar una trama tendente "a la manipulación y creación de pruebas falsas que le llevaron a prisión preventiva" por orden de la entonces juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela. La misma magistrada que procesó al jefe de los Mossos José Luis Trapero, quien también resultó absuelto por un delito de sedición en el 'procés', y que en julio de 2018 fue ascendida al Tribunal Supremo con los votos favorables de los vocales conservadores del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Tres años después la Sala Segunda del Supremo, a la que pertenece Lamela, rechazó una querella del propio Rosell contra ella por presunta prevaricación y falsedad documental.

Pues bien, el auto de sobreseimiento conocido este miércoles rebate que, siendo este el núcleo básico de la pretensión de Rosell, sus acusaciones "se entremezclan con otras imputaciones en las que se hablaría de una lista negra de personas relacionadas con el independentismo catalán y a las que habría que perjudicar de cualquier forma. Una materia que, en todo caso, escapa de la competencia de este juzgado y que correspondería a otra instancia", explica la resolución.

El juez Barrera repasa también las declaraciones en el juzgado de los investigados. Los policías Giménez Raso y Esteve negaron los hechos y se desentendieron de una posible actuación previa en la investigación judicial del 'caso Rosell'. Y solo Villarejo, que exculpó al agente del FBI y a Giménez Raso, respaldó la versión del expresidente del Barça y afirmó que sí fue investigado por sus relaciones con el independentismo catalán, pero añadió que en el caso económico por el que fue encarcelado Rosell su participación "fue nula".

La declaración de Villarejo, expone el auto, "fue extensa y se habló de muchos temas, pero en ningún momento se concretó nada relacionado con la querella; se le preguntó hasta la saciedad sobre políticos, policías, magistrados, etc... no logrando que reconociera ninguna maniobra" delictiva.

En resumen, el juez cree que las imputaciones de Rosell sobre la existencia de una organización criminal en la Policía que actuó contra él son "apreciaciones subjetivas" obtenidas a partir de la publicación de informaciones en prensa y televisiones. Y que no se puede pretender "que al socaire de esta querella se inicie una investigación prospectiva para valorar un tema ya juzgado": la causa por la que Rosell estuvo en prisión durante 645 días y en la que luego resultó absuelto.