Secciones
Servicios
Destacamos
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, apuesta por reeditar la alianza entre fuerzas independentistas que permitió su investidura en 2021. El día después de anticipar las elecciones, después de que el Parlament tumbara sus Presupuestos, el jefe del Ejecutivo catalán ha asegurado ... que su intención es contar con el apoyo de Junts y la CUP, si lo permite la aritmética, para avanzar en un pacto fiscal para Cataluña y negociar las bases de un referéndum en la próxima legislatura.
Su prioridad es pactar con Junts. Los postconvergentes salieron del Govern en octubre de 2022, por su negativa a negociar con el Gobierno central. Los de Puigdemont han cambiado con posterioridad su estrategia y también están negociado con Pedro Sánchez, a quien votaron para ser presidente del Gobierno. «Los que salieron del Govern, ¿están de acuerdo en darme su apoyo?», ha cuestionado en Rac-1. Aragonès aboga por más 'procés' y por mantener la mayoría secesionista, a pesar de que las relaciones entre ERC y Junts son muy malas. Si Esquerra queda por encima de Junts, llamará a la puerta de los junteros, en cambio no confirma si investiría a Carles Puigdemont si los postconvergentes obtienen un mejor resultado electoral que los republicanos. En 2018, Esquerra se negó a investir a distancia al entonces candidato huido en Waterloo.
Junts también apuesta por un gobierno de «amplio espectro independentista», según ha asegurado el secretario general del partido, Jordi Turull, en Catalunya Ràdio. «Los votos de Junts no servirán seguro para hacer presidente de la Generalitat a Salvador Illa». Aragonès también ha descartado a los socialistas, a pesar de haber pactado los Presupuestos de Cataluña con ellos o de estar negociando en Madrid, primero los indultos, luego la ley de amnistía o el traspaso de Cercanías. «Somos incompatibles con el PSC», ha afirmado. Las elecciones, como las de 2021, vuelven a ser una batalla entre tres, entre PSC, ERC y Junts. Hace tres años, los socialistas quedaron en primera posición, por delante de los republicanos y los junteros. PSC y ERC empataron a 33 escaños y los de Puigdemont obtuvieron 32 diputados. Una de las incógnitas en saber si el expresidente de la Generalitat será el presidenciable de su partido. La presidenta del partido, Laura Borràs, ha asegurado este jueves que el líder moral de la formación sería el mejor candidato y el «peor para el resto de formaciones». Puigdemont podría presentarse a las europeas y luego a las catalanas. Lo que tendría que elegir es en qué Cámara toma posesión de su escaño. «No puedes ser al mismo tiempo eurodiputado y presidente de la Generalitat», según ha dicho en la Ser Laura Borràs. Puigdemont dio ayer casi por hecho que con el calendario de la amnistía en la mano podría estar presente en el debate de investidura. Pero aún es pronto para saber cómo se aplicará la ley de amnistía, que se aprobará en el mes de mayo. Junts sí tiene claro que Aragonès ha adelantado las elecciones para intentar coger a los postconvergentes con el pie cambiado y sin tener listo a su candidato.
El no de los comunes a los Presupuestos, que Aragonès culpa a Colau y Yolanda Díaz, es la gota que ha precipitado la decisión de adelantar los comicios. Pero los republicanos han sopesado otras variables como las encuestas, que creen que les son favorables, y la situación de los demás partidos. En ERC creen que el caso Koldo y la ley de amnistía pasarán factura a Salvador Illa. Aragonès ha asegurado este jueves que debe dar explicaciones. Junts está sin candidato, en plena guerra interna y con la incógnita de si Puigdemont será amnistiado a tiempo para una eventual investidura. Esquerra se ahorra además el mal trago de las decisiones drásticas que tendría que tomar por la sequía y se anticipa al momento convulso que se puede crear en Cataluña cuando Puigdemont regrese y que en Junts ya estaban situando como el punto de inflexión para reactivar el 'procés'.
En clave nacional, Aragonès ha señalado que si fuera Pedro Sánchez estaría «enfadado» con los comunes y con Sumar. Una de las opciones que tenía ERC para apretar a En Comú Podem era jugar la carta de Yolanda Díaz. Pero las relaciones entre los republicanos y la vicepresidenta del Gobierno no son buenas, después de que Esquerra apostara por mantener una estrecha relación con Podemos. El martes, Aragonès llamó a Díaz, pero el contacto no dio frutos. «Díaz debería haber llamado a Pedro Sánchez para que presionara a Illa con el Hard Rock», ha señalado. Sánchez sabe que Díaz «le complica la vida», ha dicho sobre la vicepresidenta y Sumar y sus problemas para gestionar su espacio político, pero no cree que el Gobierno esté en «peligro» en estos momentos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.