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El apoyo a la independencia sigue perdiendo adeptos en Cataluña. El nacionalismo se encuentra en mínimos históricos, tras perder la mayoría absoluta en el Parlament por primera vez desde 1984 y después de perder el Govern. Según el último barómetro del CEO (el CIS catalán), ... el 40% de la población catalana está a favor de la independencia en estos momentos, frente al 54% que se posiciona en contra. Estos catorce puntos de diferencia suponen la mayor distancia entre las dos posturas desde hace una década, al menos desde junio de 2015, en plena efervescencia del 'procés', en que el apoyo a la independencia superaba al porcentaje de los que estaban en contra. Nunca desde los años del 'procés' el apoyo a la secesión ha estado tan bajo ni el rechazo a la separación, tan alto como en estos momentos.
El progresivo descenso del apoyo a la secesión queda reflejado también en la pregunta que aborda la preferencia para las relaciones entre Cataluña y el resto de España. Así, el 34% se decanta por una comunidad autónoma. Es el porcentaje más alto desde 2010, antes del 'procés'. El 30% aboga por un estado independiente, en su nivel más bajo desde hace diez años. El 22% querría que Cataluña fuera un estado dentro de una España federal y el 6%, una región de España.
Cataluña ha entrado en una nueva etapa política. El independentismo se hunde y por primera vez se desmiente una tesis que defendían los partidos nacionalistas cuando justificaban su descenso electoral: «No conozco a nadie que sea independentista que haya dejado de serlo», es una frase recurrente de los líderes secesionistas. La encuesta del CEO tira por tierra esta teoría. Por ejemplo, el 25% de los votantes de Junts han cambiado su posición respecto a la secesión y el 40%, entre los de la CUP. Estamos ante un «lento declive al apoyo a la independentismo», ha afirmado este miércoles el director del CEO, Juan Rodríguez Teruel. La cuestión identitaria ha dejado de ser una prioridad para los catalanes y ahora el asunto que más preocupa es el de la vivienda. No ocurría desde principios de siglo.
El CEO ha hecho la primera estimación electoral, tras la victoria del PSC en las últimas elecciones autonómicas y cuando el Govern de Illa cumple 100 días. Todo está más o menos igual. Los socialistas volverían a ganar con claridad, pero Illa no avanza. Se quedaría estancado en los 42 escaños (sobre 135) e incluso podría perder tres parlamentarios. Junts es uno de los que peor sale parado del sondeo. Los de Puigdemont se dejarían entre tres y 5 diputados (tienen 35), mientras que ERC se mantendría en 20 o 21. El PP estaría más o menos igual (15 o 16), Vox y los comunes, también, mientras que la formación que sale disparada en la encuesta es Aliança Catalana. De dos parlamentarios, pasaría a 6 o 7, 'robando' votos a Junts. El Govern obtiene una valoración de 4,7 sobre 10, la cifra más alta desde 2010. El líder más valorado es Illa, con una nota de 4,9 sobre 10.
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