'El Bigotes' reitera que Camps le ayudó y el expresidente lo califica de «película del oeste»

Entre 2004 y 2009, la trama recibió varios contratos públicos de la Generalitat por valor de más de 1,8 millones de euros, y en el caso del expresidente su imputación versa por la adjudicación de los mostradores de la feria internacional de turismo Fitur de 2009 por 360.000 euros. Camps se enfrenta a dos años y medio de prisión acusado de los delitos de prevaricación y fraude.

La Fiscalía Anticorrupción ha aprovechado el acuerdo previo alcanzado con un tercio de los acusados para que confiesen los hechos a cambio de una rebaja de penas. Y esta estrategia tiene como objetivo acorralar a Camps, que se mantiene firme en la defensa de su inocencia y en sus duras críticas al Ministerio Público.

Por este motivo, la fiscal Concepción Nicolás ha interrogado este lunes a Pablo Crespo, número dos de la trama Gürtel, y a 'el Bigotes' con especial tacto. A sabiendas de que sus declaraciones, el grado de involucración y conocimiento de los contratos que pudiera tener Camps, es el principal sostén con el que cuenta la acusación pública.

Álvaro Pérez ha explicado en que su amistad con «Paco Camps« comenzó en 2003 y que su desembarco en Valencia a través de la mercantil Orange Market coincidió con la precampaña de las elecciones autonómicas en la que resultó victorioso el expresidente, que estaría en el cargo hasta su dimisión en julio de 2011 tras estallar la 'causa de los trajes', también en el marco del 'caso Gürtel', por la que resultó absuelto.

«Camps estaba al corriente de que íbamos a hacer el stand de Fitur. Venía de Presidencia (de la Generalitat), no del departamento de Turismo, estoy seguro. Que íbamos a ser los adjudicatarios iba en la agenda política del PP valenciano antes de que se tramitara el contrato», ha relatado 'el Bigotes', que lleva en prisión cumpliendo condena desde hace seis años de forma ininterrumpida.

En respuesta a las preguntas de la fiscal Nicolás, Pérez ha añadido que le «parecería obsceno negar lo evidente»: su buena relación con el propio Camps. «Entiendo que se quiera negar lo innegable, pero había mucha gente en Valencia que sabía cuál era mi relación con el señor Camps. Yo le pedía que me ayudara y él me ayudaba», ha asegurado.

'El Bigotes' se ha referido de esta forma al exmandatario del PP después de que le mostrasen un vídeo de su boda en el que se refería a Camps como a un tipo «cojonudo» que siempre le dio «cosas buenas». «Me hago una pregunta. No he visto a nadie en este vídeo que haya levantado la mano y haya dicho: yo no te conozco de nada. En ese vídeo estoy hablando con el corazón», ha espetado.

A preguntas de su defensa, Pérez ha explicado que su traslado a Valencia en 2003 coincide con una conversación con Camps, al que le explica que «no está bien» con los trabajos al PP nacional tras la llegada de Mariano Rajoy a la presidencia del partido. Ha afirmado, además, que aquel le recomendó irse a su ciudad porque viviría mejor y no le faltaría trabajo.

El propio Camps se ha mostrado especialmente incómodo durante la declaración, realizando aspavientos e intercambiando comentarios con sus abogados, lo que ha provocado que el presidente del tribunal, José Antonio Mora, le llamase la atención: «Guarde silencio y respeto a la Sala».

A la importancia de Camps para el asentamiento de la 'Gürtel' en Valencia también se ha referido el número dos de la trama, Pablo Crespo, que en respuesta a preguntas de la Fiscalía ha aclarado que no decidieron trasladarse «porque Valencia sea una región extraordinaria en todos los sentidos». «Lo hicimos porque teníamos esa facilidad», ha asegurado, en alusión a la relación de Pérez con Camps, incidiendo en que no es lo mismo llamar «a una puerta» desconocida que «ir introducido por una persona que tiene una influencia no solo jerárquica, sino moral».

A su salida de la Audiencia Nacional, Camps ha reiterado que «todo esto es un montaje espectacular, que no hay por donde cogerlo. Mi relación con él era estrictamente profesional». El expresidente ha añadido que fue a su boda «por cortesía» y sobre la conversación en la que le llama «amiguita del alma» explicó que es una llamada de la tarde de Nochebuena: «Esa tarde la gente con tranquilidad y el absoluto relax del hogar puede decir este tipo de cosas«, ha sostenido.

El otrora dirigente del PP ha dirigido su enfado contra la fiscal Nicolás. «Es un escándalo que una señora que lleva las puñetas de España en la toga permita» declaraciones como las de 'El Bigotes'. «Yo fui servidor público y no habría utilizado a personajes de este tipo para hacer daño a la fiscal, que es la que se está haciendo daño y dañando al sistema judicial español», ha afeado. «Es una »desfachatez« que la Fiscalía General del Estado y, en concreto, Anticorrupción, »se dedique a estos menesteres«. Algo, ha asegurado, que no ocurriría »en un juzgado de paz del pueblo más pequeño de España«.

Camps, que ha definido la situación como «una película del oeste», ha aseverado que la Fiscalía «necesita» que se le condene. «Es consciente de que si soy absuelto, y no hay otro camino que la absolución, no hay nada de nada», ha apostillado. El acusado ha aparentado estar tranquilo ya que durante la sesión de este lunes ha aprovechado para leer un libro sobre el recientemente fallecido papa Joseph Ratzinger para «desconectar». El juicio se reanuda este martes con la declaración de nuevos arrepentidos.