Casado enmienda las listas para potenciar el perfil del PP como partido de Gobierno

En la dirección del PP reducen a «ajustes» las modificaciones en las listas electorales, pero la promoción de la expresidenta del Congreso y antigua responsable de Sanidad y Fomento, Ana Pastor, como número dos de Casado por Madrid supone un cambio significativo, además de un guiño a un sector que se sintió desplazado el 28-A.

Dirigente de confianza de Rajoy y candidata por Pontevedra el 28-A, Pastor ya sonó para ese puesto relevante en la anterior cita electoral. El líder de la formación conservadora, sin embargo, acabó apostando por Adolfo Suárez Illana -ahora número tres-, que protagonizó alguna polémica en el terreno de debates, como el aborto, en los que el partido pretende ahora no enredarse.

Lo dijo Casado el sábado en la convención de los populares en Córdoba. «Es la economía, estúpido». La frase de la campaña de Bill Clinton en los 90 sirvió al dirigente popular para marcar el que será uno de los principales ejes de su campaña. En este sentido, la exministra de Medio Ambiente, exsecretaria de Estado de Presupuestos y expresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Elvira Rodríguez, es su principal fichaje en estos comicios. También recupera para Madrid a Isabel García Tejerina, responsable con Rajoy de la cartera de Agricultura y que encabezaba en abril la lista de Valladolid. Se harán cargo de los puestos cuatro y cinco de la lista del presidente, que cierra de manera simbólica el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida.

Fuentes populares, que se habían mostrado críticas con la deriva de la formación el 28-A, saludaron este lunes que, aun pudiendo haber llegado más lejos, la dirección del PP haya «tomado nota» y distinga, frente a un «exceso de ideología», que su valor diferencial es la gestión, el haber sido un partido de Gobierno. Confían ahora en que eso quede reflejado en el grupo parlamentario.

Casado, en todo caso, ha buscado un equilibrio entre veteranos, nuevas generaciones del PP y aquellos representantes de la órbita de FAES con los que contó el 28-A. Ahí se enmarca la continuidad de Cayetana Álvarez de Toledo en la lista de Barcelona o la incorporación de Gabriel Elorriaga a la candidatura de Madrid.

En cuanto al resto de las planchas electorales, la dirección este lunes que Mari Mar Blanco concurra por Álava y sustituya a Javier Maroto, que, tras no obtener escaño el 28-A, aceptó ser nombre senador de designación autonómica por Castilla y Léon. Otros cambios que se esperaban en algunos sectores de la formación conservadora, sin embargo, no se han materializado.

Aunque en las últimas semanas fuentes territoriales abogaron por recuperar a Fernando Martínez-Maillo para las listas del Congreso, el equipo de Casado ha optado por que el excoordinador general del partido continúe en la candidatura del Senado por Zamora. A la Cámara baja concurrirá Elvira Velasco.

En el PP celebran que el mensaje de las listas potencie, con pocos movimientos, el giro al centro que se pretende escenificar para ampliar la base electoral e intentar incluso captar una parte de los votantes que apostaron por Pedro Sánchez.

Lo de sumar para formar Gobierno se presenta, en todo caso, como un reto muy alejado. Y en el escenario que arrojan los sondeos, algunos dirigentes del partido asumen que el PP tendrá que ejercer de actor de desbloqueo, tanto si gana como si pierde. «No habrá unas terceras elecciones», garantizan.

Este es el terreno abonado en el que madura la idea de una coalición con el PSOE en caso de que resulte necesario. Cada vez más voces en el PP reflexionan sobre una oferta con la que exhibir «sentido de Estado», aunque no todos se descantan por ello. El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, que ya enarboló hace meses esta tesis, atribuye al partido vencedor la capacidad de maniobra para proponerla. Pero es un escenario poco realista. «Hay asuntos de los que PP y PSOE tienen que hablar y hablaremos, pero una gran coalición la pueden ir descartando», rechazó este lunes la vicesecretaria general de los socialistas, Adriana Lastra.

Casado pidió a los suyos dejarse de «caralladas» poselectorales y centrarse en la campaña. En caso de victoria, recuerda que será el PP quien lleve la voz cantante. De lo contrario, se opone rotundo a facilitar la investidura de Pedro Sánchez.