Ortiz obvia la amnistía y la crítica del CGPJ y reivindica la neutralidad del fiscal general

García Ortiz eludió dirigirse expresamente al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), como sí hizo en su intervención en el Congreso en diciembre, y apenas unas semanas después de que el pleno del órgano de gobierno no avalase la idoneidad de un fiscal general del Estado por primera vez en la historia. El aludido tiene otra polémica abierta por la anulación por parte del Supremo del ascenso de su predecesora y mentora, Dolores Delgado, por «desviación de poder».

En presencia del presidente del alto tribunal, Francisco Marín Castán, y del ministro de Justicia, Félix Bolaños, sí pidió «lealtad a las instituciones» y se presentó como «la mejor garantía del trabajo diario de todos los fiscales» siendo tanto el «velador» como el «valedor» de una institución que «es capaz de soportar las más fuertes tensiones si nosotros somos capaces de cuidar y preservar las instituciones».

Con la de ley de amnistía como telón de fondo y en medio de las tensiones que la tramitación de la misma está causando entre los propios fiscales, García Ortiz rechazó erigirse en un comentarista de la actualidad política o judicial y aseguró que tanto él como la institución que integran 2.690 fiscales se mantendrán en el espacio de lo jurídico. «Si el fiscal general abandona ese escenario, se coloca en un lugar idóneo para la contienda mediática, para el activismo asociativo, y no para el recto desempeño de su función constitucional», subrayó.

Sobre la amnistía, el fiscal general tiene pendiente contestar el requerimiento del Senado para que informe sobre la proposición de ley y al que hasta ahora no había respondido por hallarse en funciones, señalan fuentes fiscales. En declaraciones a los medios tras su discurso, García Ortiz no quiso dar detalles sobre cuándo estará listo este dictamen y agregó que aún se encuentra recopilando la información que solicitó a todas las fiscalías con los casos que puedan verse afectados por el borrado de los delitos del 'procés'. Algunas como la del Supremo o la Audiencia Nacional ya la han enviado, pero están a la espera de la de Barcelona.

García Ortiz aseguró en su discurso que la fiscalía será «ambiciosa en muchos objetivos», entre los que se encuentran «liderar la transformación del sistema penal» español y dotarlo de condiciones, cauces y garantías para atajar las nuevas y más complejas formas de delincuencia», así como cambiar las nuevas formas de comunicación en la gestión de datos y potenciar la función social de la Fiscalía en aquellas áreas de protección. Asimismo, anunció una batería de circulares e instrucciones para unificar criterios, promover la persecución de determinados fenómenos criminales e incrementar la autonomía de los fiscales. «En definitiva, modernizar el Ministerio Fiscal», apostilló .

A lo que añadió que se incorporarán nuevas fiscales al equipo de la Secretaría Técnica y a alguna de las unidades especializadas de la Fiscalía General del Estado, incidió en que reactivará las sesiones y los trabajos del Consejo Fiscal y compartió su deseo de unificar las dos sedes del Ministerio Público para «potenciarlo».