Aldama afirma que las pruebas de todas sus acusaciones están en un móvil en poder de la UCO y se ofrece a desencriptarlo

Y es que el cerebro de la trama corrupta afirma que las pruebas de todas las acusaciones que lanzó el pasado 21 de noviembre ante el juez Ismael Moreno para conseguir la libertad, de las imputaciones que hizo poco después en una entrevista radiofónica y de las nuevas incriminaciones que ha lanzado en su escrito de las últimas horas remitido al Supremo se encuentran en forma de mensajes en ese terminal, que le fue incautado en octubre cuando fue detenido por orden del juez Santiago Pedraz en el marco del 'caso Hidrocarburos' por el fraude de 182 millones de euros.

«En todos los contactos a que hemos hecho referencia se contienen comunicaciones por la vía de WhatsApp, relevantes para la presente causa especial y que corroborarán muchos de los extremos relatados por don Víctor de Aldama en su declaración. Pero resulta necesario poder acceder al terminal del teléfono intervenido» insiste en su escrito Choclán, en el que ofrece a su cliente para desencriptar ese móvil, que, según fuentes de la investigación, está en manos de los especialistas de la Unidad Central de Operaciones (UCO) de la Guardia Civil.

De acuerdo con estas fuentes, el aparato estaría en «camino de ser desencriptado» por lo que si el instructor del procedimiento en el Supremo, Leopoldo Puente, no ordena entregarlo para que el propio De Aldama pueda desbloquear el acceso a esa información sensible, los agentes confían en llegar a esos datos, que luego se incorporarían en el respectivo atestado, sin necesidad de que fueran «interpretados» por la defensa del imputado. La UCO ya desencriptó sin problemas los otros cinco móviles y el ordenador incautados en febrero en su chalet de lujo de San Sebastián de los Reyes, en Madrid, cuando De Aldama fue detenido por primera vez en el marco del 'caso Koldo'.

Sea como fuere, siempre según el escrito de De Aldama al Supremo, las pruebas de ese móvil, y particularmente los whastsapps contenido en él, servirían para afianzar las incriminaciones realizadas en las últimas horas, comenzando por Víctor Ábalos, el primogénito del exministro, a quien sitúa como pieza clave en la operación de compra de un piso de lujo para su padre en la Castellana de Madrid por valor de 1,9 millones de euros y que serviría como pago por la mediación del exdirigente del PSOE en 128 contratos amañados valorados en 54 millones de euros.

El empresario también asegura tener pruebas en el móvil contra Ángel Víctor Torres, del que dijo que le pidió 50.000 euros por la contratación de suministro sanitario, que el conseguidor se negó a darle, y al que sostiene haber «facilitando inmuebles para encuentros de diversa naturaleza en los que participaba junto a otras personas».

En esa terminal igualmente –sostiene su defensa- estarían las conversaciones con Carlos Moreno, el jefe de Gabinete de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero para el aplazamiento del pago de una deuda con la supuesta aquiescencia de Montero y mensajes en los que «Moreno solicitó que le facilitara oportunidades de inmuebles, toda vez que quería adquirir uno con su pareja, comenzando una relación de interés».

En el terminal igualmente hay, siempre según la defensa de Víctor de Aldama, pruebas de sus acusaciones contra el que fuera responsable de Correos y exjefe de Gabinete de Pedro Sánchez, Juan Manuel Serrano; contra la expresidenta de Adif en la época de Ábalos, Isabel Pardo de Vera, a la que relaciona con los amaños; o contra la exministra de Transición Ecológica y vicepresidenta, Teresa Ribera.