La 'quinta columna'
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ENTRE LÍNEAS ·
La constante estrategia de presión de Junts empieza a incomodar a los aliados de Pedro Sánchez, que temen que termine por desestabilizar la legislaturaLa endiablada situación política -con el Gobierno de Pedro Sánchez pendiente de un hilo y muy condicionado por la estrategia de presión de Junts- recuerda a veces uno de los problemas históricos de la izquierda española: el 'quintacolumnismo'. Salvando las evidentes distancias, el papel de ... los independentistas evoca aquella estrategia que minó la disciplina, la moral y la cohesión del bando republicano durante el asedio franquista a Madrid en la Guerra Civil. El general Mola, líder de la sublevación fascista, lo explicó en una entrevista a la prensa extranjera. La Republica caería por esa 'quinta columna'; o sea, por el hostigamiento desde dentro y la división de los propios. Aunque sea solo una licencia literaria, van a hacer falta horas de diálogo entre Santos Cerdán y Jordi Turull para disipar el aire de tormenta, evitar que el desastre se consume y se llegue al «colorín colorado» con el que sueña desde el primer día la oposición a Sánchez.
Y es que el revés que ha sufrido la ley de amnistía en el Congreso ha abierto una espiral de incertidumbre sobre el futuro de la legislatura de muy incierto desenlace en un momento de inicio de la campaña gallega. El rechazo de Junts a la iniciativa por considerarla «insuficiente», en contraste con la posición favorable del resto del bloque de investidura, implica un relevante contratiempo que ha desatado todas las especulaciones. Nadie sabe si nos encontramos ante un tropezón o ante algo de mayor calado, que amenaza estructuralmente el futuro de la legislatura y puede obligar en los próximos meses a una disolución de las Cortes y a un adelanto electoral.
De entrada, la primera impresión tras la derrota parlamentaria del Gobierno era abiertamente pesimista, aunque con los días se proyectan algunos matices diferentes. El PSOE justificó su negativa a aceptar las enmiendas que pretendían incluir en el texto todos los delitos, también los que pueden imputarse a Carles Puigdemont y Marta Rovira con la acusación del terrorismo o de alta traición, a que la propuesta pueda en su día ser aceptada sin trabas por el Tribunal Constitucional y, después, por el Tribunal de Justicia europeo. Junts no acepta el argumento, insiste en que la ley sea «integral» y amenaza con romper su pacto, lo que pondría en serio riesgo la aprobación de los Presupuestos este año. Sin amnistía y sin Presupuestos no hay legislatura.
La cuerda se ha vuelto a tensar al máximo y la estrategia de los junteros de extremar la confrontación empieza a generar un serio malestar entre los demás aliados de Sánchez y una indisimulada alegría en los opositores del presidente, dispuestos a desplegar todos los movimientos por tierra, mar y aire para desbaratar el puzle. El propio presidente intentó amortiguar el enfrentamiento al señalar que los independentistas catalanes serán amnistiados «porque no son terroristas». Pero los herederos de la antigua Convergència se sitúan de lleno en otro registro, ajeno a la lógica que anima a la mayoría del bloque de investidura y a cualquier vocación de contribuir a la estabilidad.
De ahí a pensar que Junts va a hacer caer sin más al Gobierno hay una distancia. Ni al PSOE le interesa romper ahora ni a Puigdemont le conviene en principio dar un portazo a este Ejecutivo en minoría en la actual coyuntura histórica y abrir el paso a una mayoría de derechas PP-Vox. Otra cosa es que su táctica permanente de apretar las tuercas reduzca progresivamente el margen de maniobra de Sánchez y lo debilite, y que nuevas actuaciones judiciales puedan introducir en el debate variables novedosas. En política a veces se abren caminos insospechados en los que no se vislumbra el final.
En este contexto, es previsible que el PSOE y Junts busquen algún tipo de fórmula retórica que permita una salida semántica al actual embrollo en el que se encuentra la ley de amnistía. El límite es que cualquier modificación no afecte al fondo y permita que el texto sea al final viable en las instancias judiciales superiores.
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