Federales y confederales
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Sánchez necesita aglutinar al PSOE en el federalismo para salir a jugar al campo embarrado del debate territorialNo es el título de ninguna nueva serie sobre la Guerra de Secesión de los Estados Unidos. El debate sobre la financiación autonómica tras el pacto PSC-Esquerra ha abierto en canal una discusión de fondo en la política española y ha revelado los intereses ... contradictorios que puede suscitar. El comité federal del PSOE intentó este sábado rebajar la tensión interna y aplacar el malestar de diferentes federaciones territoriales. Los socialistas del 'régimen común' albergan serias inquietudes y muchas dudas. Porque la pedagogía no es nada sencilla y la batalla de la comunicación requeriría un partido mucho más abierto, más dinámico, con más reflejos, que tome la iniciativa con más nervio. Puede que los cambios en Moncloa respondan también a esa necesidad de jugar con destreza y desactivar las maniobras y las tácticas de los adversarios. Que no van a parar.
Sánchez ha acentuado la reflexión al abrir los procesos de renovación del PSOE. El presidente quiere un partido más unido, que salga al campo a dar la batalla ideológica en tiempos de confusión e incertidumbre. Y que se envuelva en la bandera del federalismo como mantra protector. Pero también busca un partido mucho más competitivo, que salga a ganar la partida y no solo a empatar. Y ya que el PP ha puesto la pelota en el terreno de la desigualdad entre comunidades, el presidente busca un relato sobre la desigualdad que provocan las políticas del PP en los servicios públicos que intenta desactivar la narrativa de la queja autonómica. De ahí sus andanadas a las políticas populares en fiscalidad, inmigración o a los retrocesos en la defensa de colectivos LGTBI+ o en el empoderamento de las mujeres. Frente a la desigualdad de los territorios, la desigualdad de las personas.
Pero, ciertamente, las cosas del bolsillo se sienten y se perciben como algo cercano, más tangible que las fibras identitarias que forman parte de las estrategias de los nacionalismos, necesitados del choque permanente para obtener resultados. El pacto catalán necesita tiempo para ver si es viable. Pero la tormenta política está servida. La única salida que le queda al Gobierno es extender el modelo singular al conjunto de las comunidades autónomas para que después fortalezca un sistema de solidaridad interterritorial que garantice la nivelación de servicios públicos y la cohesión entre nacionalidades y regiones.
Sánchez reivindica el estandarte federal, pero hay expertos en la cuestión territorial que ponen en duda que resulte factible a largo plazo sin una mínima capacidad de intervención tributaria del Estado. Lo otro sería una España confederal que no resultaría viable. En este asunto, el juego de suma cero no existe. Ese es el debate, que el ultranacionalismo de Junts y los vaivenes de ERC no contribuyen a esclarecer lo más mínimo dando una impresión de precariedad a la legislatura que no ha variado después de las vacaciones del verano.
Los cantos de sirena del federalismo, en todo caso, sí ponen el foco en la necesidad de buscar un modelo estable y eficaz que encauce las tensiones territoriales y no las agrave y que reinvente un nuevo sistema de solidaridad interterritorial, un verdadero sudoku. El PP de Alberto Núñez Feijóo también tiene su cuota de gran responsabilidad en este asunto, más allá de intentar escenificar un cierre de filas que alinee a todos sus presidentes para evitar negociaciones bilaterales de cada uno de ellos con la ministra de Hacienda en busca de quitas a sus respectivas deudas públicas autonómicas.
En este contexto adquiere particular importancia el papel que va a desempeñar prescisamente la vicepresidenta Montero. La ministra, que es la vicesecretaria general del PSOE, puede ser el referente que el. socialismo español busca para recuperar el espacio político perdido en Andalucía. Volver a ser 'la fuerza del sur' es una tarea titánica. Sobre todo porque el sentimiento de agravio territorial que el PP va a azuzar de forma constante es un mecanismo muy simple y de una comprobada eficacia transversal.
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