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El exministro de Consumo Alberto Garzón no se incorporará finalmente a las filas de Acento, la consultora liderada por el exministro del PSOE José Blanco y el exdirigente del PP Alfonso Alonso. Miembro del Gobierno de Pedro Sánchez hasta hace tres meses, el exlíder de ... IU tardó menos de 24 horas en recular después de conocerse su fichaje por esta firma y justificó su decisión, tal y como publicó en sus redes sociales, por «el revuelo» y «la incomprensión» que la noticia ha causado en el espacio político de la izquierda, desde donde ha recibido duras críticas, especialmente desde Podemos y sindicatos como UGT. «No quiero que mi decisión personal perjudique a mis antiguos compañeros», señaló en referencia a las organizaciones políticas que componen Sumar. Todo ello cuando restan cuatro días para las elecciones gallegas de este domingo.
El exministro reconoce en su escrito que «varios dirigentes políticos» le recomendaron dar un paso atrás porque «afectaría negativamente a las expectativas electorales del espacio político» –sin especificar quiénes pero sí insinuando su proximidad a Sumar– . Este miércoles, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, negaron haber «intervenido» en esta cuestión sobre la que negaron tener información. «Decidió dejar la política y por tanto sus decisiones personales las tiene que comentar é, no nosotros», señaló Urtasun. «Creo que es una figura de referencia y creo que toda la izquierda del país debería expresarle ese agradecimiento. Para mí es un compañero y le voy a desear siempre lo mejor allá donde esté», defendió más tarde el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy.
El rechazo a las llamadas puertas giratorias es una cuestión central en los programas electorales de la izquierda desde el 15-M, movimiento en el que Garzón se destacó proponiendo una línea renovada para IU, que pasaría a liderar cinco años más tarde. Este miércoles, tras renunciar a dar el salto a la empresa privada recién salido del Consejo de Ministros, cargó contra «la incomprensión suscitada» por su fichaje y reconoce «la intención expresa de no dañar a las organizaciones a las que tanto tiempo y energía he dedicado de mi vida».
Tras la incomprensión suscitada en el espacio político, y con la intención expresa de no dañar a las organizaciones a las que tanto tiempo y energía he dedicado de mi vida, anuncio mi renuncia a incorporarme como tenía previsto.
— Alberto Garzón🔻 (@agarzon) February 14, 2024
Esta es mi comunicación al respecto: pic.twitter.com/OLZutzBQkG
Al mismo tiempo, el exministro carga contra las críticas que le han llovido desde Podemos, con los que compartió grupo parlamentario y Consejo de Ministros en los últimos años. Especialmente, y aunque no los nombra, destacaron por su relevancia las reacciones del exportavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, que se congratulaba de no haber tomado la decisión de Garzón, y de el exvicepresidente Pablo Iglesias, que cargó duramente contra su excompañero de coalición en un artículo publicado en su medio digital. «La izquierda en la que yo creo es menos prejuiciosa e inquisitorial, es más heterodoxa y humana y, sobre todo, tiene una concepción del Estado y de la política donde lo importante no es el lucimiento personal en términos de pureza izquierdista, sino tener más influencia en todos los espacios posibles», zanjó el exdirigente de IUen su mensaje de tres folios.
Garzón iba a asumir la Dirección de Prospectiva Geopolítica de Acento, un nombramiento que, sin embargo, no estaba aún cerrado porque dependía del visto bueno de la Oficina de Conflictos de Intereses, dado que el dictamen de este organismo es requisito indispensable para nuevas actividades de ex altos cargos del Gobierno. Especialmente al no haberse cumplido todavía dos años desde que dejara su puesto como ministro.
La consultora por la que estaba a punto de fichar suele estar interesada en perfiles relacionados con la política para desarrollar su actividad de influencia ante los gobiernos autonómicos, central y europeo, que ellos mismos denominan sus «epicentros» en su página web. Entre la nómina de expertos con la que cuenta Acento se encuentran también el exministro socialista Valeriano Gómez y Elena Valenciano, que fuera nombrada número dos del PSOE tras la salida, precisamente, de José Blanco. A esta 'gran coalición' de la empresa privada le faltaba en su catálogo un dirigente del espacio político situado a la izquierda del socialismo, y ese iba a ser Garzón.
En su carta de renuncia, el exministro reconoció que seguirá con sus otros planes profesionales, que, como avanzó, pasan por obtener su tesis doctoral en Economía y buscar una plaza de profesor universitario.
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