Albares viaja a Argelia el lunes para certificar el deshielo en las relaciones diplomáticas

La visita de Albares se produce poco después de que Argelia enviara de vuelta a su embajador a Madrid a mediados de diciembre, después de haberlo llamado a consultas casi un año y medio antes y desde que en enero se hayan comenzado a retomar las relaciones comerciales de forma gradual.

Argelia procedió a retirar a su embajador, una de las acciones diplomáticas de protesta más contundentes, cuando en marzo de 2022 Marruecos dio a conocer la carta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al Mohamed VI en la que este sostenía que el plan de autonomía marroquí para el Sáhara es «la base más seria, creíble y realista» para una solución al conflicto.

La crisis diplomática escaló a principios de junio de ese año, con la defensa que realizó Sánchez en el Congreso sobre la autonomía del Sáhara Occidental, que activó automáticamente uno de los resortes más delicados de la política exterior española: la relación con Argelia. El presidente del país vecino, Abdelmayid Tebune, anunció la suspensión «inmediata» del tratado de amistad suscrito con España hace dos décadas como represalia por su «injustificable» apoyo al plan de Marruecos para los territorios saharauis, ahondando en una crisis de consecuencias impredecibles.

Con la ruptura de este tratado, que rige las relaciones entre ambos países desde 2002, Argelia tensó aún más la crisis con España, originada desde que el pasado 18 de marzo el Palacio Real de Marruecos publicara parte de la carta en la que Sánchez apoyaba la propuesta marroquí de autonomía para el territorio en disputa y que, al día siguiente, llamara a consultas a su embajador en Madrid. Después anunció otras medidas como la suspensión de las repatriaciones de inmigrantes irregulares o el veto al incremento de los vuelos entre los dos países (solo hay uno a la semana entre ambas capitales). Ahora, da un paso más allá.

El conflicto no era baladí. España exportó a Argelia en 2019 bienes por valor de 2.735 millones de euros, según la Dirección del Comercio Exterior del país norteafricano. Algunos sectores, como el vacuno, denunciaron una disminución de las ventas al mercado vecino en beneficio de otros socios europeos como Francia.

Pero la cuestión más delicada es sin duda la energética, sobre todo en un contexto económico como el actual. Hasta febrero de 2022, Argelia era el principal suministrador de gas de España, pero el cierre del gasoducto que une ese territorio con Cádiz a través de Marruecos redujo el porcentaje del 40% al 23,4% del total.

Año y medio después, en enero y con motivo de la Conferencia de Embajadores en Madrid, Sánchez destacó como una de las líneas estratégicas en política exterior su interés por seguir consolidando la relación con Argelia, al que calificó de «país amigo».