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El diálogo permanente y los buenos deseos han regresado a las relaciones diplomáticas entre España y Marruecos, que en las últimas décadas viven en un bucle entre la tormenta y la reconciliación. Esta vez, tanto el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que eligió ... este jueves Rabat para su primer viaje oficial de la legislatura, como su homólogo marroquí, Naser Bourita, coincidieron durante una rueda de prensa tras su reunión en que atraviesan «las mejores relaciones de la historia» de ambos países. Sin embargo, aún quedan disputas pendientes: el Gobierno marroquí retrasa la apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla, acordada en abril de 2022 y vitales para la economía de las dos ciudades autónomas –pese a que Madrid cree que «ya no hacen falta más pruebas piloto»–, y tampoco renuncia a ampliar sus aguas territoriales al suroeste de las Islas Canarias.
En esta nueva etapa de «solidez y confianza mutua», abierta después de que Pedro Sánchez diera un giro a su política sobre la autonomía del Sáhara Occidental en marzo de 2022 respaldando la hoja de ruta de Marruecos para la excolonia, lejos queda ya la crisis diplomática que derivó en la retirada de la embajadora marroquí en 2021 tras la entrada del líder del Frente Polisario, Brahim Galhi, en España.
Desde entonces, los dos países han mantenido un «ritmo de trabajo muy alto» con 15 reuniones de los siete grupos de trabajo creados en materia de seguridad, comercio, pesca, migración o terrorismo. Todo ello bajo el compromiso, como señaló el propio Bourita, de que no caben «medidas unilaterales» ni «ningún tipo de acción sorpresa», sino que todo se resuelve mediante el diálogo y la cooperación. Como ejemplo de todo ello, pusieron el Mundial de 2030, que España y Marruecos organizarán junto a Portugal y que también centró gran parte de las conversaciones entre Albares y su homólogo.
Sobre la cuestión de las aduanas en Ceuta y Melilla, el ministro español, que antes se había reunido con el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, en un encuentro que no estaba previsto en la agenda, afirmó ha que por parte de España «todo está listo para empezar a operar». Bourita, en cambio, reconoció que el grupo de trabajo correspondiente a esta cuestión es el que más veces se ha reunido, y justificó la decisión de retrasar la apertura de esos dos puntos de acceso regulado por «motivos técnicos». «En el pasado había prácticas inaceptables y que «no era satisfactoria para ninguno de nosotros», dijo en referencia al llamado 'comercio atípico'. Un aspecto que, zanjó, «hay que desarrollar más».
Más espinoso es el asunto de la delimitación de las aguas territoriales, negociaciones que España yMarruecos han retomado tras 15 años sin sentarse a hablar y que actualmente cuenta con zonas marítimas solapadas que ambas partes se atribuyen. Bourita aseguró que esta cuestión debe resolverse «a través del diálogo y el consenso», mientras que Albares ratificó que habrá un representante del Gobierno canario en todas las reuniones en la que pueda haber asuntos de su interés y competencia.
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