Aída Nízar denuncia ante la Policía que Errejón le tocó «las nalgas» y la besó sin su consentimiento

La supuesta agresión tuvo lugar en un acto público celebrado en mayo de 2015 en el Auditorio de la Universidad Complutense

Javier Varela

Madrid

Martes, 29 de octubre 2024, 11:06

Segunda denuncia formal presentada contra Íñigo Errejónpor agresión sexual. Tras la presentada el jueves a medianoche por la actriz y presentadoraElisa Mouliaá, horas después de la renuncia del hasta entonces portavoz de Sumar, esta vez ha sido la colaboradora televisiva y ... exconcursante de Gran Hermano Aída Nizar quien se ha personado en una comisaría –la de Marbella, en Málaga– para relatar el trato agresivo y humillante por parte del dimitido.

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En su denuncia, Nízar narra cómo Errejón le propinó un «fuerte azote en las nalgas» y luego la «amenazó». La agresión, según lo que ha trascendido, tuvo lugar en un acto público celebrado en mayo de 2015 en el Auditorio de la Universidad Complutense, en Madrid –cuando aún pertencía a Podemos–, al que también acudieron, y según Nízar pudieron ser testigos por tanto, el entonces dirigente del partido morado en Cataluña, Xabier Domènech, y la que sería alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

En el evento, la denunciante se encontraba trabajando para una revista catalana. Al finalizar el acto, «Íñigo Errejón se abalanzó sobre mí y me dijo que era más guapa en persona y que tenía que cambiar mis ideas retrógradas políticas. Todo esto mientras me abrazaba con fuerza hacia sus partes, sintiendo claramente que tenía una erección», ha referido la demandante.

«Me besó en la mejilla, dejándome restos de saliva, a la vez que me pedía que le diera mi teléfono», añade Nízar. Según su versión, cuando apartó a Errejón, él «se volvió a acercar» y fue entonces cuando le golpeó «las nalgas» al tiempo que le susurraba al oído: «'A ver, bonita, cuánto vas a tardar en seguir trabajando en Cataluña'». Nízar dijo ante la Policía haberse sentido «humillada, vejada, baboseada y repugnada». Y que desde aquel encuentro no volvió a poder ejercer en la comunidad catalana.

En su declaración para completar la denuncia, Aída Nizar confesó ante la Policía que se sintió «humillada, vejada, baboseada y repugnada», y que desde aquel desaforunado encuentro no volvió a conseguir trabajar en Cataluña.

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