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Ander Azpiroz
Madrid
Jueves, 31 de octubre 2024, 00:43
El Congreso de los Diputados frenó el miércoles a medias su actividad política. Se suspendió una vez comenzada la sesión de control del Gobierno y el posterior pleno. Pero se mantuvo por decisión de Francina Armengol el debate para modificar el decreto ley que ha ... cambiado las mayorías para la elección de los consejeros de RTVE, pese a que se conocían ya las decenas de víctimas por los efectos de la DANA. El PP y Vox se mostraron muy críticos con la decisión de la presidenta de la Cámara baja y se ausentaron de la votación del decreto.
En ocasión de otras catástrofes naturales los políticos sí que dieron el paso de pactar un cese de sus actividades y dejar a un lado sus rencillas partidarias. Ocurrió en mayo de 2011 cuando un terremoto asoló la localidad murciana de Lorca y causó la muerte de nueve de sus vecinos. Entonces, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, pactaron vía telefónica y en apenas unos instantes de conversación suspender la campaña electoral para las elecciones municipales y autonómicas. El parón duró un día. A la jornada siguiente, eso sí, los principales dirigentes políticos se apresuraron en acudir a Lorca con sus equipos de asesores y fotógrafos.
Cuatro años más tarde, Rajoy, ya como jefe del Ejecutivo, volvió a acordar con Pedro Sánchez paralizar otra campaña electoral en 2015 por el accidente de un avión militar A400M que se estrelló en las inmediaciones del aeropuerto de Sevilla. En el siniestro fallecieron cuatro de sus tripulantes.
La última vez en la que se suspendió un pleno del Congreso fue en marzo de 2020. Ocurrió a raíz del contagio por Covid del diputado Javier Ortega Smith. Todo el grupo parlamentario de Vox se ausentó de la sesión ante la posibilidad de infección y finalmente la presidenta de la Cámara baja, Meritxell Batet, optó por la cancelación del debate. Fue solo la punta del iceberg a nivel político porque dos días después y ante el avance de la pandemia tanto el Congreso como el Senado frenaron toda su actividad presencial. El coronavirus también obligó a aplazar de forma sucesiva los comicios autonómicos de Galicia, País Vasco y Cataluña para evitar las concentraciones de votantes en los colegios electorales.
El 11 de marzo de 2004 España sufrió el peor atentado de su historia con más de 193 muertos. Todos los partidos paralizaron sus campañas de cara a las elecciones generales que se celebraban tres días después. Aún así hubo algunas excepciones, como la comparecencia del socialista Alfredo Pérez Rubalcaba durante la jornada de reflexión para exigir al Gobierno de José María Aznar que aclarase la autoría de los ataques.
En el País Vasco la suspensión de la actividad política supuso un debate partidario tras cada asesinato cometido por ETA. A consecuencia del atentado mortal contra el exconcejal socialista Isaías Carrasco, que se produjo en plena campaña de las generales de marzo de 2008, Zapatero y Rajoy acordaron un día sin campaña y sin reproches mutuos.
Hubo también parones políticos por el fallecimiento de personalidades públicas. Tras la muerte de Pérez Rubalcaba en 2019 la intensa política madrileña se dio un día de respiro en plena campaña autonómica, solo Vox mantuvo sus actos. La campaña en el País Vasco de abril de 2005 también se detuvo 24 horas por la muerte del Papa Juan Pablo II.
No se produjo, sin embargo, ningún cese de la actividad política después del ataque a la embajada española de Kabul en los días previos a las generales de 2015 y en el que fueron asesinados por los talibanes dos policías nacionales.
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