El exministro José Luis Ábalos, este miércoles en el patio del Congreso de los Diputados. EFE

Ábalos: «Lo tengo muy fácil ante el juez. Aldama está actuando por venganza»

El exministro, que reconoce que hay «cosas que pueden ser ciertas» en la confesión del empresario, se muestra no obstante seguro de que podrá demostrar su inocencia

Miércoles, 11 de diciembre 2024, 12:25

«No hay nada». José Luis Ábalos se presenta este jueves en el Supremo convencido de que podrá demostrar su inocencia durante su cita voluntaria ante el juez Leopoldo Puente, quien le investiga por integración en organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación de ... caudales públicos. «Lo tengo muy fácil en la declaración porque voy para contar lo que yo viví en el ministerio en aquella época, cuando todo el mundo estaba en casa y la situación era desoladora», explicó este miércoles el exdirigente socialista en el patio del Congreso en una improvisada rueda de prensa previa a su primera declaración judicial desde que estallara el 'caso Koldo' en febrero pasado.

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Según el el exministro de Transportes entre 2018 y 2021, su estrategia no será «defenderse de nada», sino explicar, al menos en lo que se refiere al millonario contrato de las mascarillas a la empresa de Víctor de Aldama, que no hubo ninguna irregularidad porque simplemente «queríamos ayudar en la peor época de la pandemia». «Tengo muchas ganas de hablar, ojalá lo hubiera conseguido antes», insistió.

Pero las acusaciones contra quien fuera la mano derecha de Pedro Sánchez son bastante más amplias que la de haber supuestamente abierto las puertas de Transportes y de otras administraciones socialistas a De Aldama para la venta de mascarillas. Y es que el empresario y presunto cerebro de la trama corrupta, más allá de las acusaciones iniciales contenidas en los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) ha ido ampliando en los últimos días las imputaciones contra Ábalos, tanto en su declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, el pasado 21 de noviembre, cuando consiguió su excarcelación, como en el escrito que presentó ya ante el Supremo la pasada semana.

«Aldama está actuando por venganza. Ha conseguido la libertad por meterse con el Gobierno», afirmó este miércoles el exministro, quien denunció que básicamente su confesión no fue espontánea, sino guiada por su letrado, José Antonio Choclan, para conseguir su puesta en libertad. «Él (De Aldama) no declaró, prácticamente lo hizo su abogado», afirmó el diputado del Grupo Mixto, quien recordó que tres semanas después de su confesión ante el instructor del 'caso Koldo' y de prometer pruebas de sus acusaciones se ha presentado ante el Supremo con «dos carpetas, unas fotocopias de los presupuestos generales del Estado y un contrato de compraventa».

Eso sí, José Luis Ábalos admitió que «hay cosas que pueden ser ciertas y otras no», en la confesión del empresario, quien, además al extitular de Transportes y Fomento, apuntó, entre otros, por cobrar o pedir mordidas contra el actual ministro Ángel Víctor Torres, contra el jefe de Gabinete de María Jesús Montero, Carlos Moreno, o el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.

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La «mentira» del piso de lujo

Lo sí que dijo que es «mentira» de las confesiones de De Aldama es la última revelación que el empresario ha hecho sobre Ábalos: la firma de un contrato el 24 de abril de 2019 entre ambos sobre el alquiler con derecho a compra de una vivienda de lujo en el número 164 del Paseo de la Castellana de Madrid, valorada en 1,9 millones según el conseguidor. En su escrito al Supremo, Víctor de Aldama sostiene que ese contrato en realidad era una «fiducia». Es decir, se ponía en manos de Ábalos inmueble como «garantía» del «cumplimiento del compromiso por parte de determinadas constructoras de abonar comisiones si resultaban adjudicatarias de determinados contratos públicos, pre-adjudicados, esto es, decididos antes de su licitación».

O sea, el empresario afirma que entregó ese piso de su propiedad en 'prenda' para acabar de convencer a Ábalos de que sus maniobras para amañar concursos iban a tener una recompensa monetaria futura. «Jamás hubo entrega de llaves, el contrato se rompe y él se guarda una copia para que ahora parezca una cosa que no es ante el juez», apuntó el exdirigente socialista a la entrada de la cámara baja, donde también negó haber estado en República Dominicana llevando dinero para blanquear.

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Ábalos, que ante los periodistas del Congreso admitió «arrepentirse» de haberse «fiado» de Víctor de Aldama y de «otras muchas personas», tendrá este jueves que tratar de desmontar los cuatro elementos indiciarios sobre su presunta implicación en este caso y que llevaron al juez Ismael Moreno a otorgarle un «papel principal» en la trama en la exposición razonada remitida al alto tribunal contra el aforado. Se trata del uso de un chalet en la provincia de Cádiz en 2021 que fue adquirida por una empresa vinculada a la investigación; los dos contratos laborales a su expareja Jéssica en empresas dependientes del ministerio que entonces dirigía; el supuesto pago por parte de la trama del apartamento de lujo de Jéssica en una rascacielos de la Plaza de España, en Madrid; y el ya famoso contrato de alquiler con opción a venta del piso del Paseo de la Castellana.

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