El PSOE acorrala al presidente de Murcia y pone en un dilema a C's, que exige anticipar elecciones

La petición fue tramitada de manera sorpresiva ayer por la mañana, tratando de recuperar la iniciativa perdida ante Ciudadanos (C's), que 24 horas antes anunció la presentación el lunes de una propia -pese a faltarle tres votos para hacerlo- debido a la negativa de Sánchez a abandonar San Esteban en el plazo que le había dado. El secretario general del PSOE-RM, Rafael González Tovar, tratará de convertirse en el nuevo presidente en un debate dividido en dos sesiones y que probablemente tendrá lugar entre los días 3 y 6 de abril. Para conseguirlo, ya tiene garantizado el apoyo de Podemos y busca el de la formación naranja, que se resiste a dárselo.

Pese a las dudas, los socialistas apuestan fuerte para acorralar a Sánchez. Su moción de censura está firmada por sus trece parlamentarios (le bastaba con siete), lo que cierra la puerta a un segundo intento durante un año si esta no prospera. En un documento de tres páginas, justifica esta medida para hacer cumplir al presidente el artículo 54 de la Ley de Transparencia, que establece que cuando un cargo electo o de libre designación sea imputado "entenderá que su permanencia en el cargo es incompatible con la confianza que se le debe trasladar a la ciudadanía". Los socialistas también reivindican un nuevo escenario de "estabilidad política, crédito de las instituciones, ejemplaridad y ética pública".

El texto recuerda el compromiso de Sánchez cuando dijo que si la justicia dictaminaba "una imputación por el 'caso Auditorio' dimitiría, porque cumpliría su palabra sin necesidad de que nadie se lo pidiera". Dicen de él que "incumple lo que firma y quiebra el principio democrático de cumplir el mandato de la ley", así como de "situarnos en un escenario de total inestabilidad política, debido tanto a su imputación como a su falta de ejemplaridad en la ética pública".

Este terremoto político tiene como último antecedente la moción de censura presentada en marzo de 1993 por el PP de Juan Ramón Calero a Carlos Collado, cuestionado fuertemente en su partido por luchas internas y desgastado públicamente tras la compra de la finca Casa Grande en La Aljorra para establecer la fábrica de General Electric Plastics. Como había hecho seis años antes, Collado salvó la situación, pero un mes más tarde dimitió, asediado por los suyos. A diferencia de aquel episodio, Pedro Antonio Sánchez cuenta con el fuerte respaldo de la militancia del PP y de los líderes nacionales de su partido.

Inestabilidad «insoportable»

En una comparecencia pública en Cartagena, González Tovar insistió en que la agenda del Ejecutivo ha quedado eclipsada por las actuaciones judiciales que afectan a su presidente y aseguró que la Región vive una inestabilidad institucional "insoportable". Por ello, adopta este "acto de coherencia política y de responsabilidad".

El inesperado movimiento de los socialistas -que habían anunciado que presentarían la moción, pero no habían dado fecha alegando no tener prisa- pretende revelar las verdaderas intenciones de los otros partidos de la oposición respecto a Pedro Antonio Sánchez. Tovar mantuvo informados a los líderes regionales de Podemos, Óscar Urralburu, y Ciudadanos, Miguel Sánchez. El primero de ellos le confirmó su apoyo. El segundo, que la dirección nacional de su partido decidirá el lunes. Tovar les avisó: "Ahora deberán demostrar si quieren regenerar verdaderamente la vida política de esta Región". En su opinión, apostó por la "única solución" para "limpiar" el Ejecutivo y acabar con una situación de "mucho hedor".

El presidente nacional de C's, Albert Rivera, no se dio por aludido. En un mensaje en redes sociales, criticó al PP por poner en riesgo el gobierno de Murcia para "proteger" a Sánchez, pero también a los socialistas por querer "pillar sillas". Además, descartó apoyar al PSOE si no hay un compromiso para convocar elecciones anticipadas.

Dos semanas de trámites

En condiciones normales, la moción de censura tendrá un recorrido de dos semanas en la Cámara autonómica. Su principal órgano de gobierno, la Mesa, decidirá pasado mañana si la admite a trámite -una mera formalidad- y la remitirá a la Junta de Portavoces, cuya próxima sesión está prevista el martes, para ordenarla con otros asuntos. Una vez admitida, no podrá ser votada hasta que transcurran cinco días, pudiendo en los dos primeros presentarse otras alternativas. Por lo tanto, el debate, a celebrar en dos días, no empezaría antes del lunes 3 de abril.

La iniciativa del PSOE aumentó ayer la incertidumbre en el PP murciano, más preocupado por los posibles acuerdos que las direcciones nacionales de los partidos en liza puedan alcanzar en Madrid que por el escenario local. Su portavoz parlamentario, Víctor Martínez, llamó a la calma a la militancia, dijo que Tovar comete "un error gravísimo que puede tener consecuencias nefastas" para los murcianos y, además, metió presión a C's: "Demandamos que demuestre si es un partido centrado y serio; que no entre en un tripartito propiciado por PSOE y Podemos". También, que espere "unos pocos días a que la justicia resuelva el 'caso Auditorio'".