El Rey elogia la cooperación transfronteriza entre Portugal y España

Tras escuchar los himnos nacionales y mientras sonaban las dieciséis salvas de ordenanza, el Rey y su anfitrión pasaron revista a las tropas. Después entraron en el Ayuntamiento, donde Felipe VI recibió la llave de oro de manos de su alcalde, el independiente Rui Moreira. «Más que vecinos somos familia», destacó el regidor, que utilizó a su vez el español para aludir a la relación de «hermandad» entre ambos países y recordar las tres ocasiones anteriores en las que Juan Carlos I visitó la ciudad.

Don Felipe correspondió el gesto con un homenaje a esta villa que resistió el empuje de las tropas napoleónicas. «Oporto, la ciudad 'invicta', como reza su escudo, es donde el Duero, tesoro que compartimos los portugueses y españoles, vierte sus aguas en el Atlántico tras recorrer 900 kilómetros de nuestra casa común, la Península Ibérica», enfatizó en su discurso. El Monarca destacó también la belleza y la transformación de la ciudad hecha de manera «inteligente», combinándola «con el respeto por la historia y la tradición», así como la creciente cooperación transfronteriza entre ambos países.

Los Monarcas también tuvieron tiempo para visitar la exposición sobre Joan Miró en la Fundación Serralves, inaugurada hace dos meses por Rebelo de Sousa y Mariano Rajoy y que, según destacó Felipe VI, servirá para reforzar los lazos históricos y culturales que unen a España y Portugal.

Cena de gala

«Como hermanos». Así resumió Felipe VI la relación que une a España y Portugal y que se corresponde con dos sociedades «que se respetan, se quieren y miran al futuro con esperanza». Durante la cena de gala ofrecida en el Palacio de los Duques de Braganza en honor de don Felipe y de doña Letizia con motivo de su visita de Estado a Portugal, el Monarca aludió a la «emoción e ilusión» que suponía esta visita para él y la Reina, y recordó el «amor por esta tierra hospitalaria y por este pueblo entrañable» que le inculcó su padre y sus abuelos, los condes de Barcelona, que estuvieron exiliados en Estoril.

Por su parte, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, manifestó que la visita testimoniaba «una amistad cimentada por los siglos, superando divergencias y enfrentamientos del pasado», y elogió el incansable «espíritu europeo, iberoamericano y universal» del Rey. El mandatario luso también tuvo palabras para doña Letizia «siempre atenta a las causas sociales, desde los niños a los enfermos».

Los Reyes visitarán este martes la Universidad de Oporto y, después, acudirán a un almuerzo con empresarios ofrecido por el alcalde de la ciudad, Rui Moreira. Por la tarde se desplazarán a Lisboa, donde serán recibidos en el Ayuntamiento, para acudir posteriormente a una cena ofrecida por el primer ministro luso, António Costa, en el palacio de las Necesidades.