El Rey apela al «diálogo permanente» entre los partidos

Acompañado por la Reina Letizia, que ha mantenido también el gesto grave en todo momento, y de sus hijas, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, Felipe VI ha protagonizado este jueves el acto formal de apertura de la XII Legislatura con un discurso profundo, en el que ha hecho un recorrido sobre asuntos como la regeneración democrática, los conflictos territoriales y la crisis económica y en donde ha apelado al "diálogo permanente" y a la lucha contra la corrupción.

El jefe del Estado ha incidido en que hoy se pone fin a una "compleja situación" iniciada el 20-D y ha querido alabar el esfuerzo político que se ha realizado para evitar unas terceras elecciones, después de subrayar que la posibilidad de volver a sacar las urnas había generado "cierta inquietud y malestar", además de "desencanto" y "preocupación" entre los socios y aliados. Pero "la crisis de gobernabilidad se ha resuelto con diálogo y generosidad", ha valorado.

Una vez que hay Gobierno en plenas facultades, don Felipe ha advertido de la necesidad de fortalecer el Estado del bienestar para proteger a los más desfavorecidos, y también de regenerar la vida democrática para que los valores éticos inspiren la acción pública.

Corrupción y Cataluña

Tampoco ha obviado el que parece será uno de los ejes de esta legislatura, la mancha de la corrupción que ha afectado a todas las instituciones y ha obligado a tomar medidas, incluida la Corona. Según ha dicho, los casos de corrupción tan reiterativos de los últimos años "han indignado a la opinión pública en todo nuestro país y deben seguir siendo combatidos con firmeza" hasta que se conviertan "en un triste recuerdo de una lacra".

Felipe VI ha hecho un llamamiento también a la unidad del país ante las aspiraciones soberanistas de Cataluña y ha abogado porque "el autogobierno preserve las exigencias de igualdad y solidaridad de todos lo pueblos" porque, según ha asegurado, "España no puede negarse así misma tal y como es ni renunciar a su propio ser".

Como siempre, en sus palabras, un recuerdo para las víctimas del terrorismo, a las que, según ha reconocido el Monarca, "nunca podremos ni debemos olvidar" porque merecen todo nuestro respeto y mayor dignidad".