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CECILIA CUERDO
Miércoles, 3 de agosto 2016, 16:30
Dos años después de ingresar en prisión, el juzgado de Vigilancia Penitenciaria ha decidido conceder a Maite Zaldívar, la exmujer del alcalde de Marbella Julián Muñoz, el ansiado tercer grado que le permitirá cumplir el resto de su condena en régimen de semilibertad. Zaldívar fue ... condenada en firme por el Tribunal Supremo en 2014 a dos años y medio de cárcel por un delito de blanqueo de capitales obtenidos por su expareja a su paso por el consistorio marbellí. El juicio, durante el que reconoció haber movido el dinero que su entonces marido llevaba a casa en bolsas, sentó en el banquillo tanto a Muñoz como a Isabel Pantoja, también en semilibertad desde hace meses.
El juzgado rechazó en junio concederle esta medida a Zaldívar debido al comportamiento de "desinterés" mostrado por la reclusa y a que no mantenía "una adecuada actitud ante el delito". Ahora, sin embargo, ha contado con el informe a favor del fiscal y del psicólogo del penal de Alhaurín de la Torre (Málaga), que subraya "el buen comportamiento y la colaboración de la interna con la institución a través de la participación en actividades". Así, menciona expresamente la "ayuda realizada a los profesores en la alfabetización de las compañeras", y la "escucha activa" que contribuye a "la creación de un clima social positivo". Una demostración a juicio de los psicólogos de que "puede vivir en libertad sin necesidad de cometer actos delictivos". Nada se menciona del arrepentimiento o su actitud ante el delito.
Por este motivo, el juez de vigilancia penitenciaria ha considerado "prudencial en estos momentos estimar el recurso" y conceder el tercer grado "en la forma que se dirá, pues debe considerarse que está capacitada para llevar a cabo un régimen de vida en semilibertad". Una vez que la resolución judicial sea firme, será la Junta de Tratamiento Penitenciario la que determine el centro y el régimen que deberá cumplir la interna.
Durante su tiempo en prisión, Zaldívar ha disfrutado de varios permisos, algunos para ver a su hija mayor hospitalizada, aunque siempre ha esgrimido el agravio comparativo con sus compañeros de banquillo, como Pantoja o su propio hermano, condenado a la misma pena y que accedió ya al tercer grado. De hecho, su entorno puso en marcha una campaña en las redes sociales para reclamar ese tercer grado y denunciar lo que consideran irregularidades en su expediente o la "mala fe" de la junta de tratamiento de la cárcel.
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