El Supremo confirma la condena a Diego Torres por difundir correos íntimos de Urdangarin

"Su condición de personaje público no minusvalora ni degrada su derecho fundamental a la intimidad", falla el Supremo, que, además, a los demandados a "cesar y abstenerse en lo sucesivo en el descubrimiento, revelación, publicación, difusión y divulgación en cualquier medio del contenido de los mensajes", que hagan referencia a la intimidad del exduque o su familia. Los condenados tampoco deberán "hacer declaraciones, efectuar comentarios, emitir opiniones o juicios de valor sobre el contenido de dichos mensajes".

Los magistrados reprochan la actitud de los medios que "se extralimitaron en la noticia, ahondando en su contenido y morbo". "Una cosa es que las actividades (del exduque) -estén expuestas a la curiosidad o incluso al escrutinio de los medios de comunicación y de la ciudadanía y otra que su conducta privada, en el ámbito matrimonial, sentimental o sexual pueda ser divulgada o expuesta como mercancía", reprocha la sala.

La divulgación de esos correos que Torres rescató de los servidores del Instituto Nóos se enmarcó en la guerra abierta entre los dos exsocios cuando Urdangarin, en su primera declaración, decidió acusar de todas las irregularidades al exprofesor.

Sin embargo, tras años de disputas Torres y Urdangarin firmaron la paz a principios de este 2016, se olvidaron de la guerra de los mails sobre la que ahora ha fallado el Supremo, y se defendieron juntos en la vista oral del caso Nóos.