La nueva jefa antifraude de Cataluña figura en la investigación del caso ITV

Tal y como establece la regulación de Antifraude, una vez el Parlament ha apartado a De Alfonso de la Oficina, la dirección de la misma queda asumida de forma automática por la directora adjunta de la institución, un cargo que creó el propio magistrado destituido para evitar que se repitiera el vacío de poder que existió con la muerte súbita de su predecesor, David Martínez Madero.

A partir de ahora, el presidente de la Generalitat tendrá que proponer a un nuevo candidato, que será evaluado por la Comisión de Asuntos Institucionales y, posteriormente, su elección se someterá a votación en el Parlament, para lo que requerirá el apoyo de tres quintas partes de los diputados en primera votación o mayoría absoluta en la segunda.

El nombramiento de Maite Macià como directora adjunta, propuesta por el propio De Alfonso, fue criticado en 2014 por algunos grupos de la oposición, que la veían como una figura vinculada a Convergència, partido que la designó directora del Institut Català de l'Energia entre los años 2011 y 2014. Precisamente, por ese cargo de responsable de Energía Masià figura como interlocutora de uno de los principales imputados en la presunta trama corrupta de las ITV -en la que el exnúmero dos de CDC Oriol Pujol afronta una petición fiscal de 5 años y dos meses de cárcel-, en las conversaciones que fueron intervenidas por orden judicial.

Nacida en Amposta (Tarragona) en 1969, Masià es licenciada en Derecho por la Universidad de Barcelona y, desde la creación de Antifraude en 2009 hasta que fue nombrada directora del Icaen, ejerció como responsable del área de Universidades, Empresas Públicas, Fundaciones y Consorcios de la Oficina.