De Alfonso alega que siguió «la corriente» al ministro sobre derribar a Mas

En declaraciones a la prensa tras su comparecencia, De Alfonso ha restado importancia a la última información del periódico Público, que apunta que el director de Antifraude propuso al ministro un plan para apartar a Mas y colocar al frente de CDC al exconseller Germà Gordó, por ser un político de su confianza, y con el apoyo de empresarios catalanes.

"¿De verdad puedo hacer que el presidente de un Govern se aparte y un conseller sea puesto al frente del partido, convenciendo a todos los miembros de la directiva...?", ha ironizado De Alfonso.

A pesar de que todos los partidos, salvo el PP, han pedido su renuncia, De Alfonso cree que no hay motivos para que se aparte, pues considera que ha actuado de manera diligente. En su intervención ante la comisión de relaciones institucionales de la Cámara, ha reconocido que ofreció su dimisión a su equipo, pero que todos los miembros de la Oficina le dieron su apoyo unánime, lo que le llevó a desistir en la renuncia. "Ni el Rey va a torcer la voluntad de este director por mucha mierda que se le lance", ha afirmado.

De Alfonso considera que se le está sometiendo a un "juicio sumarísimo" y ha revelado que alguien irrumpió ayer en su casa, tras salir a la luz las grabaciones con el ministro del Interior. También ha asegurado que está siendo investigado, que se ha tenido que cambiar tres veces de móvil y de router y ha pedido a los grupos políticos que no le conviertan en el "cabeza de turco" en plena campaña electoral.

De su reunión con Fernández Díaz, ha negado haber cometido prácticas reprobables. "Me reafirmo que nuestras prácticas, nuestros encuentros y nuestros contactos siempre tienen un objetivo ligado directamente con nuestra misión y lo hacemos con estricto cumplimiento de la legalidad", ha dicho. "Nada de lo que se ha hecho desde la Oficina antifraude ha sido ilegal", ha señalado, y a su juicio lo que debería investigarse sobre el caso Fernández Díaz es que se ha violado la intimidad de dos personas, con grabaciones ilegales, y ha recriminado a los grupos políticos que den por buenas unas conversaciones obtenidas de manera ilícita.

Rivera le pidió que le «diera alguna cosa»

De Alfonso ha considerado normal reunirse con el ministro y ha asegurado que en el ejercicio de su responsabilidad ha mantenido más de cien reuniones con políticos, de todos los colores, salvo de la CUP. Ha puesto en marcha el ventilador y entre otras, ha reconocido más encuentros con Fernández Díaz, con miembros del Gobierno catalán (no ha especificado con quién, a pesar de que le han pedido que dijera si se había reunido con el presidente de la Generalitat) y ha revelado que se reunió con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que le pidió que le "diera alguna cosa". "Si eso es conspirar, que tire la primera piedra el que este libre del pecado de conspirar", ha afirmado.

El presidente de Ciudadanos ha reconocido que se reunió en 2013 con él para trasladarle "la necesidad de actuar de forma independiente contra la corrupción y el fraude en Cataluña".

En su declaración, De Alfionso también ha asegurado que "no conoce" al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y que no sabe si estaba al tanto del encuentro con Fernández Díaz.

Catalán "de adopción y por convicción"

De Alfonso, que se ha presentado como una persona "digna", "recta", "honrada" y "seria" y como un catalán de adopción y por convicción, ha instado a los grupos a que no le destituyan, porque si lo hacen, pondrán en "peligro" el "único organismo" que lucha contra la corrupción.

Sobre las grabaciones de sus encuentros con Fernández Díaz, el magistrado dice que se pueden hacer interpretaciones interesadas y partidistas, especialmente en "la singularidad de estos días" de campaña electoral. Pero ha querido dejar claro, además, que nada de lo que se ha reproducido en estas grabaciones delictivas ha "favorecido ni perjudicado a ningún grupo político".