Prisión por vender entradas falsas para la final del Mundial que ganó España

El acusado, que contaba con dos oficinas de viajes en Las Rozas (Madrid) y en el Paseo de Princesa de la capital, deberá hacer frente en concepto de responsabilidad civil a los daños morales causados a las 54 personas que finalmente denunciaron los hechos. En total tendrá que pagar entre 1.500 y 2.495 euros, precio del paquete que ofertaba y que incluía el viaje Madrid-Johanesburgo (Sudáfrica), entrada para el partido e inmediata vuelta a España.

A pesar de que logró fletar un chárter para 200 personas que voló a la capital sudafricana, en las inmediaciones del estadio los afectados vieron como todo era un engaño y que el propio condenado también se hizo la víctima. Sin embargo, al llegar a Madrid tras 11.000 kilómetros de trayecto un grupo denunció los hechos en comisario, que ahora, seis años después, ya han sido juzgados.

El condenado aseguró en el juicio que un intermediario extranjero que se encuentra fugado le engañó con las entradas. Sin embargo, las pruebas del tribunal son contundentes y ha asegurado que Pablo Casanova formó parte de la estafa y simuló dos transferencias para dar apariencia de legalidad. Algunos de los afectados llegaron a comprar otra entrada para ver el partido.