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A. SORIANO / P. WALS
Miércoles, 4 de mayo 2016, 09:31
Un terremoto de 3,7 grados en la escala Ritcher sembró ayer el miedo en Lorca cuando faltan solo ocho días para que se conmemore el quinto aniversario del seísmo de 2011. Eran las 13.56 horas cuando un virulento movimiento sísmico echaba a la ... calle a miles de personas, según informa La Verdad. Solo faltaban poco menos de tres minutos para que en la mayoría de centros escolares la jornada llegara a su final. Las sirenas se hacían sonar en todos ellos, pero no para anunciar la conclusión de las clases, sino para alertar de que había que evacuar de inmediato las aulas por terremoto. «Hemos sentido un fuerte zarandeo y de inmediato los niños han empezado a salir con sus profesores en fila mientras sonaba la sirena de emergencias», afirmó Manuel García, a las puertas del colegio San Fernando.
La situación se repetía en los institutos, donde sus alumnos eran evacuados a espacios abiertos de los patios de recreo. «Insistíamos en que no era un simulacro, aunque todos habían sentido el terremoto. Los más pequeños, tenemos alumnos de diez y once años, estaban preocupados y alguno lloraba, por lo que intentábamos tranquilizarlos», contó Tana García Mínguez, profesora de Literatura del instituto José Ibáñez Martín. En el Ramón Arcas Meca, el jefe de estudios, Enrique González, con megáfono en mano indicaba a los alumnos que se dirigiesen al patio del centro. Bibliotecas, salas de estudio, centro cultural, el teatro, el Ayuntamiento, el archivo histórico... eran desalojados y sus trabajadores se concentraban preocupados a sus puertas.
Los residentes de Asprodes de Las Siervas también abandonaban el centro y se colocaron en su espacio exterior. «Los chicos han preferido quedarse fuera. No quieren volver al interior por ahora», contó el padre Ángel Alegría, director del centro, que argumentó que, «conforme se les vaya quitando el miedo, intentaremos que vuelvan a la residencia». En la sede de la patronal Ceclor, en la calle Abad de los Arcos, en pleno casco antiguo, su secretaria general, María del Mar Peñarrubia, intentaba recuperarse del susto. «Se ha sentido un zumbido muy fuerte acompañado de un gran zarandeo. Ha sido muy intenso», explicó.
Gritos en la Corredera
En la Corredera se pudieron escuchar gritos de pánico solo unos segundos después del terremoto. Muchos vecinos del centro y de barrios periféricos se echaron a la calle. Allí permanecieron durante varias horas a la espera de nuevas réplicas. «No pienso volver a mi casa por ahora», señaló María Dolores López, a quien acompañaba su hija y su nieta de pocos meses. «Hemos salido corriendo de casa. Allí nos hemos dejado la mesa puesta y la comida», agregó.
En la plaza de Concha Sandoval, de Calderón de la Barca, Colón... se podía ver a grupos de vecinos que aguardaban nuevos movimientos. Con el paso de las horas, muchos cesaron en su intento y regresaron a casa. Las instalaciones deportivas cerraron sus puertas durante algunas horas, mientras los técnicos las inspeccionaban.
En torno a las seis de la tarde abrían el complejo deportivo Felipe VI y San Antonio, aunque el número de deportistas que acudieron fue muy inferior al habitual, según dijo el concejal de Deportes, Juan Francisco Martínez Carrasco. Las bibliotecas y salas de estudio también abrieron sus puertas aunque tras ser inspeccionadas. El Conservatorio de Música Narciso Yepes colgó en su puerta un cartel en el que se podía leer: «Hoy 3 de mayo 2016 quedan suspendidas las clases por motivos de seguridad».
En la ciudad se puso en marcha el Plan Sismilor que se dirigió desde el centro de emergencias situado junto al cuartel de la Policía Local, en la Ronda Central. Allí se reunió todo el equipo de gobierno. «Serenidad. Eso es lo primero que hemos querido hacer llegar a la población. Sabemos que los lorquinos están muy preocupados porque a todos nos viene el recuerdo de lo vivido en 2011, pero hay que mantener la calma», afirmaba el edil de Emergencias, Juan Miguel Bayonas. Se activaba también el nivel cero de preemergencia del Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo Sísmico en la Región de Murcia. El director general de Emergencias acudió a Lorca donde señaló que «el temblor ha generado inquietud y alarma, pero la situación es de absoluta tranquilidad». Señaló que el 112 había recibido «170 llamadas, de las que 115 han sido desde Lorca». Los bomberos realizaron varias intervenciones para retirar cascotes susceptibles de caer a la vía pública.
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