El testigo de cargo de Nóos niega que la Casa Real supervisara la fiscalidad de Nóos

Tejeiro ha desvelado que en dos ocasiones sí que habló por dos veces con Federico Rubio Carvajal, el alto cargo de Hacienda que se dedicaba a hacer las declaraciones de la familia real, al que pasó exclusivamente datos sobre cuentas comunes e hipotecas de Cristina de Borbón, pero no de Aizoon. También ha negado que él dijera que la infanta, a la que solo vio tres veces, se usó de escudo fiscal para que Hacienda no investigara a Aizoon.

El Instituto Nóos siempre fue una organización con ánimo de lucro, ha declarado Tejeiro. Según el asesor fiscal del entramado, él mismo insistió para que Urdangarin y Torres tributasen en el régimen general y no por el de fundaciones sin ánimo de lucro, pues se dedicaban a la consultaría con un beneficio que se repartían al 50%.

Sin embargo, ha explicado el testigo, el cuñado de Felipe VI y su socio no le hicieron caso y siguieron sometidos al régimen de asociaciones, que era tres veces más barato.

Empleados ficticios

Tejeiro ha revelado que el cuñado de Felipe VI y su exsocio ficharon empleados ficticios por "propinas mensuales" de 60 euros.

El objetivo ha explicado Tejeiro, que fue absuelto en esta causa en la primera sesión del juicio al retirar Manos Limpias la acusación contra él, era hinchar fraudulentamente las plantillas de las empresas de la red incluida Aizoon, la firma de los exduques de Palma- era cumplir compromisos fiscales. El dinero real de las nóminas de esos trabajadores fantasmas, unos 600 u 800 euros mensuales, se lo embolsaban Urdangarin y Torres.

La propia hija del arrepentido, Patricia, fue una de esas empleadas ficticias a cambio de propinas, según Miguel Tejeiro, quien ha asegurado que esa práctica irregular por parte de Urdangarin y Torres se hizo durante varios años.

Tejeiro, además, ha denunciado que el propio Torres, antes de que su hija Patricia declarara ante la policía, le envió un mensaje exigiéndole que declarara que sí que había trabajado realmente en el entramado Nóos.

No llegó a desvincularse de Nóos

Antonio Ballabriga, uno de los empleados más activos de Nóos, ha confirmado con rotundidad que el exduque nunca llegó a desvincularse del entramado ni de su exsocio a pesar de que, formalmente, en la primavera de 20016 se había marchado del instituto por orden de la Casa Real.

Zarzuela estaba inquieta por las primeras informaciones que apuntaban a los 'pelotazos' del yerno de Juan Carlos I con las instituciones públicas. La jefatura del Estado envió al asesor del rey emérito, Manuel Romero, conde de Fontao, para desvincular a Urdangarin y a la infanta Cristina de Nóos, pero, según lo explicado por Ballabriga, todo fue un paripé. Los exduques dejaron la junta directiva, pero nada más.

"Urdangarin dejó el Instituto en marzo de 2006 pero las instrucciones que me dieron [él y Torres] es que debía mantenerle informado de todos los avances en Juegos Europeos y así lo hice en los siguientes meses". "Sí, seguía recibiendo órdenes de Iñaki Urdangarin", ha admitido sin ambages Ballabriga, que ha insistido que el exduque seguía "perfectamente informado" y "plenamente consciente" de los temas de Nóos y, en particular, de los problemas para cobrar de las instituciones valencianas.

Como otros testigos, Ballabriga ha explicado que la dirección de Nóos era una perfecta "bicefalia", un "tándem" compuesto por Urdangarin y Torres. "El Instituto lo dirigía Iñaki Urdangarin y Diego Torres y ante quien yo tenía que responder de los trabajos realizados eran ellos", ha insistido.