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Lucía Palacios
Sábado, 5 de marzo 2016, 12:17
Una de las cosas de las que se le puede acusar a Mariano Rajoy es de ser previsible. El presidente del Gobierno en funciones rara vez ha sorprendido con arriesgadas estrategias políticas. Hoy, más de dos meses después de celebrarse las elecciones generales, sigue manteniendo ... el mismo discurso que el 21 de diciembre: que, tras los comicios, solo hay dos acuerdos posibles: un acuerdo entre PP y PSOE, al que se podría sumar Ciudadanos, o un acuerdo entre los partidos de izquierda más los independentistas.
El presidente del PP, un día más, ha abogado por una gran colación PP-PSOE-Ciudadanos, porque, "aunque no sea la que más nos guste, es la opción más moderada de las que se pueden plantear". Y ha considerado que la otra opción, la de unirse con la extrema izquierda, "es la más letal y destructiva".
Así, ha vuelto a defender que hay que hacer "un gobierno estabe, un gobierno entre los que han ganado las elecciones". "Un gobierno así es el que puede hacer reformas para mucho tiempo y el que puede dar un mensaje de confianza a los agentes económicos y sociales", ha asegurado.
Rajoy ha cargado contra Pedro Sánchez por haber hecho "perder el tiempo de los españoles" y haberse "reído de la gente" al haberse presentado a un debate de investidura sin haber reunido los apoyos necesarios. "Nosotros, al no ir a la investidura, no engañamos ha nadie", ha dicho.
El dirigente popular ha pedido al líder del PSOE que ponga "fin al sainete, al enredo y a la comedia", porque "si hacemos las cosas con sensatez, tendremos un buen futuro por delante".
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