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Melchor Sáiz-Pardo
Viernes, 26 de febrero 2016, 09:48
Después de 25 horas de interrogatorio y cuatro jornadas, Diego Torres ha terminado su interrogatorio. No ha atacado a Iñaki Urdangarin dentro de su pacto, pero sí que hoy ha continuado lanzando andanadas contra la Casa Real. El exsocio del exduque ha asegurado que la " ... supervisión" de Zarzuela sobre Nóos era "total", desde la solicitud de "comidas" de trabajo hasta los contratos. "Se reportaba absolutamente cada actividad del Instituto Nóos. Los niveles de detalle son impresionantes", ha explicado el imputado.
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Torres, a modo de ejemplo, ha señalado que la práctica habitual era que "dos minutos" después de recibir cualquier petición se enviaba un correo electrónico a Carlos García Revenga, secretario de las infantas en la época, a su mail de la Casa Real para que diera el visto bueno. "No había una decisión nunca hasta que no se recibía esa contestación (la de García Revenga), ha insistido el exprofesor de Esade, que ha señalado que había "otros funcionarios" de Zarzuela que eran consultados regularmente sobre cuestiones del día a día de Nóos.
"García Revenga acompañaba a personas de Nóos a reuniones con clientes", ha apuntado Torres, que ha abundado en que el consejero real también se dedicaba a la "gestión y elaboración de argumentarios" o reuniones con directores de medios de comunicación en nombre de Nóos de manera "cotidiana". "Era el procedimiento" habitual, ha reiterado. "Informar y consultar (a Zarzuela) era continuo y permanente". Y en ese proceso de control también participaba el abogado personal de Juan Carlos I, José Manuel Romero, que tenía reuniones continuas con el asesor fiscal de Nóos, Miguel Tejeiro, Urdangarin y él mismo.
"Informábamos de buena voluntad y ellos (la Casa Real) supervisaban con la mejor voluntad del mundo", ha declarado Torres, quien ha afirmado que ese control de Zarzuela sobre Nóos "nos daba un tranquilidad adicional". Según el imputado, en la causa constan 250 documentos que demuestran que la supervisión de Zarzuela iba "de lo pequeño a lo grande" y que jamás la más alta institución del Estado les hizo un "reproche".
A preguntas de su abogado, Diego Torres ha señalado que nada en Nóos se decidía sin el "consentimiento" previo de la Casa Real. "La supervisión era total", ha zanjado
El pacto
El pacto entre Iñaki Urdangarin y Diego Torres para intentar salvarse juntos e intentar exonerar a sus esposas sigue vivo. Muy vivo. El exprofesor de Esade, en la cuarta jornada de su interrogatorio, se ha dejado la piel por defender a "don Iñaki", como se está refiriendo a su exsocio. A preguntas del abogado de Urdangarin, Mario Pascual Vives ha negado que el cuñado de Felipe VI cobrara "comisiones" en los proyectos de Nóos en Valencia y Baleares por los que el instituto cobró unos seis millones de dinero público. "De ninguna manera", ha apuntado tajante cuando se le ha preguntado si Urdangarin se dedicaba a llevarse un porcentaje de esas adjudicaciones.
Como ha venido haciendo en los últimos días, ha defendido la profesionalidad del yerno de don Juan Carlos dentro de Nóos y en sus posteriores trabajos de asesoría para multinacionales. Eran "proyectos de consultoría absolutamente normal".
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