Montserrat, Triana y Raquel quedan en las manos del jurado popular

Un cuestionario elaborado por el presidente-magistrado que este martes ha sido discutido a puerta cerrada en la Audiencia Provincial de León por las partes donde unos y otros han solicitado introducir determinados matices en la redacción.

Un trámite clave ya que la redacción de las preguntas podría inclinar la balanza para un lado y para otro. La última oportunidad de acusaciones y defensas de demostrar sus versiones. Porque a partir de este martes, la suerte está echada.

Ya no hay vuelta a atrás. No hay tiempo para nuevas pruebas, nuevos testigos. Montserrat, Triana y Raquel, las tres mujeres implicadas en el crimen de Isabel Carrasco, están a escasas horas de conocer su futuro más inmediato.

El perfil del jurado

El presidente-magistrado hará entrega este miércoles del cuestionario a los nuevos miembros que conforman el jurado popular. Nueve personas, cinco hombres y cuatro mujeres. Un fontanero jubilado, una autónoma, un entrenador personal, un electricista, una agricultora, una maestra, una dependienta, un parado y un ingeniero tendrán la última palabra en el juicio más mediático de la historia de León.

En silencio, sin perder detalle alguno y tomando anotaciones, el jurado se ha mantenido en un discreto segundo plano durante las 16 jornadas que han centrado este juicio. Sin embargo, no sólo ocupan un asiento privilegiado en la Sala.

Los nuevos miembros del jurado han sido el objetivo de defensas y acusaciones en busca de su complicidad. Cada prueba, cada testigo tenía como objetivo intentar arrojar un poco de luz sobre este caso para colaborar en la tarea de deliberación del veredicto. Más de un centenar de testimonios que ahora intentan ordenar en su cabeza en la jornada.

La base del veredicto

Ha sido más de tres intensas horas, en la que el representante del Ministerio Fiscal, los tres letrados de las acusaciones y los dos de la defensa han intentado cerrar un cuestionario en las que apena se han incluido varios matices.

Último trámite, inicialmente irrelevante, pero clave a la hora de que los miembros del tribunal del jurado puedan tomar una decisión. Las preguntas así como su formulación podrían variar el curso de la decisión final de los nueve miembros. Porque, en definitiva, las preguntas sobre los hechos que los jurados deben decidir si han sido o no probados en este proceso son ellas la base del veredicto final.

Será este miércoles en una sesión pública en la Audiencia Provincial de León cuando el presidente-magistrado traslade a los miembros del jurado el cuestionario así como las pertinentes instrucciones. A partir de ahí, inicialmente desde las 16.00 horas, estas nueve personas iniciarán una deliberación a puerta cerrada que se podría prolongar durante varios días.

En su manos, una tarea complicada. Tras un mes de juicio las posturas de acusaciones y defensas no encuentran punto en común y las numerosas pruebas que se han sucedido desde el pasado 18 de enero no han hecho más añadir detalles propios de la ciencia ficción a un crimen que tiene todos los ingredientes de la mejor novela negra.

Completamente aislados

Aislados, sin tener acceso a su teléfono móvil y sin un margen de tiempo fijado, tendrán que deliberar sobre si hubo o no un plan entre las tres mujeres para matar a Isabel Carrasco respondiendo probado o no probado a las preguntas que conformen el cuestionario. El objetivo, concluir si Montserrat, Triana y Raquel son culpables o no culpables.

Su postura ha sido neutral. Difícil saber cuál será su última palabra. Apenas han empatizado con acusadas o letrados. Quizá hayan sido en los últimos minutos de la jornada de este lunes donde se ha podido ver reflejado algunas pinceladas de su postura. Cierta apatía ante las últimas palabras de Triana y el silencio de Montserrat. También con las de Raquel, pero no todos. Algunos de los miembros si lograron empatizar con las lágrimas de la agente de la Policía Local.