Técnicos de Hacienda niegan indicaciones de Carrasco para actuar contra Triana

El responsable ha asegurado que ni siquiera conocía a la presidenta de la Diputación de León, mientras que su compañero ha defendido la "limpieza" en la gestión de la Agencia Tributaria y ha precisado que no es tan fácil tomar decisiones arbitrarias.

Triana Martínez declaró ante el tribunal que tras negarse a mantener relaciones sexuales con Isabel Carrasco la inicial amistad se trocó en animadversión y empezó a sufrir una serie de inspecciones de Hacienda que supuestamente ordenó la presidenta de la Diputación porque "tenía mucha mano" en Hacienda.

Los técnicos de Hacienda han recalcado que la joven no sufrió ningún tipo de persecución y que las inspecciones que se le hicieron fueron fruto de comprobaciones habituales. También han negado que cuando eran amigas Carrasco ordenase que se le levantase una sanción por las irregularidades en la compra de su coche en Alemania, y han explicado que se hizo así simplemente porque se tuvieron en cuenta las alegaciones de la joven.

Triana Martínez declaró que tras negarse a la pretensiones sexuales de Carrasco la presidenta de la Diputación primero la echó de la institución, donde ocupaba una plaza de ingeniera de telecomunicaciones como interina, y luego ordenó que se la persiguiera fiscalmente. Su madre, Montserrat González, autora confesa del asesinato, declaró que fue entonces cuando urdió el plan para matar a Isabel Carrasco. "O la mataba o iba al entierro de mi hija", explicó la autora confesa del asesinato, que declaró ante el tribunal que

Munición y fotos de Isabel Carrasco en el domicilio de Triana

La séptima jornada del juicio por el crimen de Isabel Carrasco comenzaba este lunes sin ningún sobresalto con la llegada de Montserrat y Triana en un vehículo policial y de Raquel Gago acompañada por su letrado Fermín Guerrero que ha evitado responder a las preguntas de la prensa.

Una jornada que emepzaba con la declaración de un agente de la Policía Nacional que participó en el registro del domicilio de Triana donde localizaron en un cajón del salón diversa munición y fotografías de la víctima así como un arma del 765 y marihuana en la habitación de Montserrat. En este sentido, el agente ha reconocido que había munición "abundante" de diferente calibre aunque ha recordado que no estaba a primera vista ya que "estaba dentro de un cajón".

Posteriormente, comenzó la declaración del jefe de la Policía Judicial de León que ha remarcado que le cedió "por comodidad y operatividad" una dependencia de la UDEV a los dos agentes de Burgos "que vinieron únicamente a apoyar la investigación de León" dado que, según ha recordado, la policía es un "poder jerarquizado y así se decidió desde Valladolid". En cualquier caso, ha reconocido que tuvo conocimiento de la entrevista entre Montserrat y Triana una vez celebrada a pesar de ser el mando ya que según ha remarcado "la instructora del caso tiene mi plena confianza".

Sobre el registro de la vivienda de Raquel Gago, el agente ha asegurado que no hubo ninguna motivación especial para que la presencia de los agentes de Burgos no quedase registrado en las diligencias. En este punto, ha asegurado no conocer "a ningún policía que mienta".

En cualquier caso, ha recordado que fue Raquel Gago la que pidió ayuda a un agente y por ese motivo se personaron allí pero no era un registro domiciliario "al uso" y por ello "no es necesario" que se recojan en las diligencias todos los agentes que participan.

Sobre la oficina de la UDEV donde tuvo lugar el encuentro de madre e hija, ha asegurado que"no hay ninguna duda" de que es una única oficina ya que "solo hay una puerta. Hay lo que hay y no hay ningún secreto". En este punto, ha recordado que la declaración tiene validez una vez que en presencia del abogado la firma y ha asegurado que el padre y marido de Triana y Montserrat, Pablo Antonio Martínez, nunca le comunicó que su hija y mujer hubieran sido engañadas.

A preguntas de Raquel Gago, el jefe de la Policía Judicial ha sostenido que nadie avisó a Raquel Gago sobre que se la pudiera detener y que por tanto la llamada de la agente fue casual.