«Le dije a mi madre que no hiciera una tontería por mí»

Triana Martínez, de 36 años, juzgada por el asesinato de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco en mayo de 2014, ha declarado al fiscal que ella le dijo en varias ocasiones a su madre, Montserrat González, que no matara a la víctima. Sin embargo, ha asegurado que "no sabía nada" de los abundantes indicios hallados en su casa tras el registro policial -fotos de Carrasco, un revólver, planes de seguimiento- ni de qué había en el bolso que llevaba su madre tras tirotear a la presidenta del PP leonés.

El fiscal Emilio Fernández, que pide 23 años de prisión para Triana por un delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas, ha tratado que la acusada incurriera en alguna contradicción, pero en líneas generales ésta ha salido bien parada aunque en el hilo de su declaración también ha habido lagunas.

Sobre el episodio del "acoso sexual" de la víctima relatado ayer por su madre, Triana ha relatado que ocurrió en enero de 2010, en casa de Isabel. "Vino, me entró y me llegó a besar. Yo no me quise acostar con ella y me fui", ha dicho, "¿Por qué este episodio no lo contó antes?", le preguntó el fiscal. "Porque me daba vergüenza", ha zanjado la procesada.

Sobre su amiga Raquel Gago, la policía local de 42 años, Triana ha tratado de exculparla. Primero con la entrega del bolso que contenía el arma del crimen y luego en los planes del mismo. Siento haber hecho eso. No tenía intención de meterla en un lío porque pensaba volver en el momento pero no pude", ha asegurado. "Raquel era muy buena, tímida y no sabía nada", ha añadido.

La bolsa con la pistola estuvo en manos de la policía local 30 horas después del asesinato y para el fiscal, Gago también fue responsable.