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Mateo Balín
Miércoles, 20 de enero 2016, 15:16
Raquel Gago, la policía local de León acusada del asesinato de Isabel Carrasco, ha declarado que desde el 12 de mayo de 2014, día del crimen, y después de que Triana Martínez le dejara en su coche el bolso con el arma del delito, "no ... ha tenido vida". "¿Cómo le pudo hacer esa faena?, le preguntó el fiscal. "No sé por qué lo hizo. Desde que eso pasó no he tenido vida. Lo que ella hizo está en su conciencia, y yo no estoy dentro de su cabeza", contestó la procesada, de 42 años.
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Gago, bastante segura en su declaración ante el fiscal, acompañada de papeles para corroborar su versión exculpatoria ante el jurado popular, ha defendido que cuando percibió que tenía el bolso con el revólver "se quedó bloqueada".
"Cuando lo vi me puse muy nerviosa. Cogí el bolso y lo abrí. Había un pañuelo, un guante y tiré del asa. Entonces vi algo brillante en el interior y lo identifiqué como parte de un arma. Ahí me di cuenta de que Triana me había metido algo en el coche", ha declarado. "¿Por qué no se lo dijo antes a la Policía (pasaron 30 horas del crimen)?, le preguntó el fiscal. "No era consciente. Fue un 'flash'. En ningún momento pensé que estaba el arma. Casi no podía respirar", ha contestado.
Gago ha rebatido también el informe pericial que, según el fiscal, la implica en los seguimientos de la asesinada. Apoyándose en un documento a partir de datos policiales, ha desmontando que estuviera cerca de Carrasco cuando el móvil de la presidenta, en un día concreto de los supuestos seguimientos, le sitúa en Madrid y León con pocos minutos de diferencia. Y es que la agente local desde 1997 se la juega: es su absolución o cumplir una pena de 23 años en prisión, nada menos.
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