Sánchez se enroca en su rechazo al PP

El presidente del Gobierno en funciones no ha hecho aún ninguna propuesta al líder de los socialistas, precisamente, como consecuencia de su negativa a sentarse a explorar las posibilidades de un acuerdo, pero fuentes del PP aseguran que no hay líneas rojas y que su formación estaría dispuesta a discutir de todo, incluidas muchas de esas cosas que han sido caballo de batalla para el primer partido de la oposición durante la pasada legislatura, a fin de lograr un Ejecutivo estable. La réplica de Sánchez a ese canto de sirenas no puede ser más drástica. "No es no, señor Rajoy", ha remarcado.

En su formación son muchos (la mayor parte de los barones con responsabilidades de Gobierno) los que recelan de sus planes de formar un Gobierno progresista que requeriría de demasiados partidos, entre ellos nacionalistas e independentistas, para echar a andar primero y para no encallarse después. Pero Sánchez no ceja en su obsesión. "Vivimos un momento apasionante y el PSOE va a cumplir con el mandato de cambio que dieron los ciudadanos el 20 de diciembre; espero que el resto de fuerzas progresistas también lo cumpla", ha dicho.

El líder de los socialistas, que no ha logrado aún el acercamiento de Podemos, clave en su proyecto, ha negado además implícitamente lo que ya muchos le atribuyen en sus propias filas (más aún después de la cesión de cuatro senadores a Convergencia y a Esquerra para que puedan formar día grupos parlamentarios para los que no tenían parlamentarios suficientes): que ansía llegar a Moncloa a cualquier precio porque sabe que es su única opción de seguir en el poder. "Espero que más pronto que tarde tengamos un Gobierno progresista -ha aducido- sobre todo por los trabajadores, las personas desempleadas y las que están sufriendo la desigualdad de los recortes en particular".