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Nuria Vega
Jueves, 3 de diciembre 2015, 14:48
A las doce de la noche, en las puertas de la sede central del PP en la calle Génova, Mariano Rajoy dará el pistoletazo de salida a la caravana de los populares con la tradicional pegada de carteles. El presidente calienta, sin embargo, motores en ... Melilla y tiene previsto un acto en Málaga esta misma tarde, la provincia donde el partido quiere disputar hasta el último de los once escaños en juego. Por ahora, sin poder pedir el voto, demanda al electorado no apostar ni por las recetas caducas del PSOE ni los experimentos de Ciudadanos y Podemos. A los líderes de estas formaciones les advierte: Al Gobierno se llega aprendido y bregado.
El jefe del Ejecutivo no se arrepiente de la gestión de los últimos años. Es más, el pasado entiende que es su aval y no renuncia a poner el foco en la situación económica del país mientras conjuga el relato de la recuperación con el de las nubes en el horizonte para demandar el apoyo del electorado.
Se ha reservado para los quince días previos a las elecciones varios anuncios en esta materia, y aprovecha su doble papel de presidente y candidato para sostener su discurso. Hoy no hemos conocido, pero yo sí, porque me ha llamado hace un rato el ministro de Economía, que en este último trimestre del año, España va a acrecer más que en el pasado tercer trimestre, y España es hoy el país que más crece de Europa, ha presumido en el acto de Melilla junto al presidente autonómico, Juan José Imbroda.
El equipo de campaña del PP quiere potenciar precisamente la imagen de Rajoy como jefe del Ejecutivo. Y a esa tarea contribuye el haber tenido que hacer frente al desafío secesionista en Cataluña. Tenemos una sentencia del Tribunal Constitucional que dice que cuando el Gobierno recurrió en defensa de la unidad de España y soberanía nacional tenía razón, ha proclamado en referencia a la resolución que ayer anulaba la declaración independentista del Parlamento catalán.
El de la unidad de España sigue siendo el apartado que más entusiasmo suscita entre la militancia popular. Ese y cualquier referencia al lema: España en serio. Yo quiero para España y Melilla ha defendido Imbroda- un presidente serio que sepa lo que hace y adónde nos tiene que llevar, yo no necesito uno que vaya de chirigotero a las televisiones, a los programas que antes se hacían para artistas y hoy, para políticos.
Pero todo tiene su punto intermedio. El programa de Bertín Osborne, al que Rajoy asistió anoche y donde jugó incluso al futbolín, cosechó ayer una audiencia de 4.334.000 espectadores. Quizás por eso, entre tantas apelaciones a la seriedad, el presidente haya terminado concluyendo: Os pido vuestro esfuerzo, coraje, determinación y alegría, que también es muy importante.
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