El PSOE calienta la campaña: «Rajoy ha sido uno más del PP que se ha repartido el botín»

Atrás han quedado el remanso de paz y el clima de consenso reinantes tras la llamada a la unidad del jefe del Ejecutivo para defender la integridad de España de la amenaza independentista en Cataluña y a los españoles del terrorismo islamista. Quedan menos de 20 días para que los electores decidan quién llevará las riendas del país en los próximos cuatro años y los socialistas parten de una situación difícil. Las encuestas les auguran, otra vez, el peor resultado de su historia (menos de 100 diputados), a distancia del PP, con Ciudadanos en trayectoria ascendente y con Podemos resurgiendo.

Luena se ha mostrado convencido de que "el PSOE va a ganar" y ha defendido que su formación es la única alternativa "con un proyecto de ser mayoritario" para vencer al PP. Pero ha puesto en evidencia que cree necesario crear tensión electoral y alimentar la indignación contra el partido del Gobierno. "No sé si Rajoy conoce al que rompió el ordenador [del extosorero Luis Bárcenas] a martillazos -ha dicho en otro momento de la rueda de prensa-. Pero la memoria de la sociedad, de lo que hemos conocido y de lo que a lo mejor conoceremos, no se rompe a martillazos".

Mítines

El principal partido de la oposición pretende movilizar todos sus activos, que hoy en día no son tantos, para estos comicios. Felipe González participará en cuatro actos; Alfredo Pérez Rubalcaba, el ex secretario general con más agenda electoral, en 8 o 9, y José Luis Rodríguez Zapatero (al que, por cierto, Pablo Iglesias utilizó en el debate de El País para atizar a Sánchez) también en cuatro.

González coincidirá en uno de esos mítines con el candidato socialista a la presidencia del Gobierno, en Badajoz, y en otro con Susana Díaz, en el cierre de campaña en Sevilla. Pero "de momento" no está previsto, en cambio, que Zapatero coincida en ningún momento con Pedro Sánchez, del que está muy distanciado.

Esta será, por lo demás, una campaña austera. Costará, según Luena, 9 millones de euros, un 30% menos, ha asegurado, que la de 2011.