Rajoy espera a que los aliados aprueben «un plan» para decidir un incremento de la aportación española en la lucha contra Daesh

El jefe del Ejecutivo dejó claro ya, tan solo un día después de que se produjeran los atentado de París y de que el presidente francés, François Hollande, hablara de "actos de guerra", su nula intención de adoptar un lenguaje bélico (tampoco lo han hecho el resto de principales líderes europeos) o de hablar de nuevos envíos de soldados a escenarios conflictivos antes de las elecciones del 20 de diciembre. El recuerdo de la guerra de Irak está aún fresco en su memoria.

En los últimos días, sin embargo, se ha enfrentado de forma intermitente a la exigencia del PSOE para que se involucre de manera activa y responda a la petición de Francia, necesitada de relevos en algunas de sus misiones internacionales después de haber puesto al país en estado de emergencia. Bien es cierto que Pedro Sánchez también negó el derecho del Gobierno a llevar propuesta alguna sobre la materia a la Diputación Permanente del Congreso, pero ayer volvió a la carga y reclamó a Rajoy que no se "esconda".

El presidente ha defendido que el Gobierno está luchando contra el terrorismo tanto en España, donde esta mañana se han producido nuevas detenciones, como en el exterior y ha citado así las operaciones en las que participa el ejército en Turquía, Irak, Mali, la República Centro Africana, Yibuti, Somalia, Gabón o Senegal. Pero ha insistido en que hay que actuar con cautela.