Mariano Rajoy. Efe | Atlas

Rajoy: «Mi cabeza está bien situada y no pienso dejar que nadie la cambie de sitio»

El presidente no contempla su retirada si así lo requiere un pacto postelectoral con Ciudadanos, está convencido de ser el mejor candidato del PP y llama al electorado a reflexionar

Nuria Vega

Lunes, 26 de octubre 2015, 09:44

Dos pantallas a cada lado del presidente han proyectado el resumen que en la Moncloa se hace del balance de esta legislatura: "Compromiso cumplido". Mariano Rajoy ha dejado patente el "orgullo" que siente tras cuatro años de mandato en el que su mayor ... hito ha sido, a su juicio, el "haber evitado el rescate" mientras que los sinsabores han venido asociados a los incumplimientos del programa electoral.

Publicidad

Satisfecho con su trabajo, el jefe del Ejecutivo no deja margen para la duda: se considera el mejor candidato para revalidar en el cargo, cree que es lo que "le conviene a España" y no tiene intención de retirarse ni aunque así se lo exija Ciudadanos en un hipotético pacto postelectoral. "Mi cabeza está bien situada y no pienso dejar que nadie la cambie de sitio", ha zanjado entre risas en la rueda de prensa concedida en el Palacio de la Moncloa.

La comparecencia del presidente se ha producido tras la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros para dar luz verde al real decreto de disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones para el próximo 20 de diciembre. El documento, que mañana será publicado en el BOE, señala que el Congreso se constituirá el próximo 13 de enero. Para entonces, muchas incógnitas se habrán resuelto en un panorama político que Rajoy califica de volátil.

El jefe del Ejecutivo recuerda que hace tan sólo un año IU era la tercera fuerza política y UPyD, la cuarta. "Hay fuerzas políticas que hace unos meses decían que eran los primeros; ahora ya no sé si siguen siéndolo", ha ironizado el presidente, que rechaza referirse a pactos, a posibles fórmulas para formar Gobierno en caso de no alcanzar la mayoría, y que ni tan siquiera nombra a los rivales. "Yo no menciono a nadie, he venido a hacer balance y hablar del futuro -ha replicado-, desgraciadamente a mí me mencionan bastante más que lo que yo menciono a los demás y supongo que es ley de vida y con eso viviré el resto de mis días", ha concluido a su más puro estilo. Ni tan siquiera ha despejado la posibilidad de participar en debates electorales, su "medio natural", a cuatro. Confía "incondicionalmente" en lo que disponga su director de campaña, "o no tanto".

Lo que sí garantiza es que sólo gobernará en caso de ser primera fuerza y apela, por ello, al electorado a "estudiar" muy bien su opción. "Yo creo que debe gobernar el que tenga más apoyo ciudadanos y la gente debe reflexionar qué hace con su voto, porque igual le dan un uso distinto de aquel para el que fueron votadas algunas fuerzas políticas", ha advertido.

Publicidad

Repaso

En el dibujo que esboza el presidente sólo de continuar gobernando el PP se podrá seguir por la senda de los avances económicos. Lo contrario, dar marcha atrás, tal y como lo ve, sería "triste y duro". En su resumen, las mayores satisfacciones las ha obtenido fruto de la batalla contra la crisis, y entiende que "empleo, crecimiento y confianza" podrían describir la legislatura. Sólo dos asuntos políticos se han colado en su balance. El reto secesionista y la corrupción, tema que en cambio no ha introducido al ser preguntado por "su mayor error, ese por el que debiera pedir disculpas".

Sobre Cataluña, la postura no varía, tampoco la percepción de la "deslealtad de la Generalitat con la Constitución". "Diálogo, siempre, pero respeto a la ley y las instituciones, también; esa ha sido mi disposición con el Gobierno de la Generalitat en esta legislatura y será la misma con el próximo sea cual sea su composición y su presidente", ha garantizado cuando la reelección de Mas está en el aire.

Publicidad

Por lo que pudiera suceder, el Gobierno ya tiene previstos los mecanismos para actuar en caso de una declaración unilateral de independencia. "Los tengo previstos porque es mi obligación como presidente del Gobierno, pero en cualquier caso espero que no tengamos que tomar ninguna decisión de esas", ha asegurado tras confiar en que se impongan "el sentido común y la razón". Lo que sigue sin ser una prioridad, aunque escuchará propuestas, es la reforma de la Constitución, porque a juicio del presidente no hay consenso sobre cómo actualizar el modelo territorial.

En cuanto a los escándalos que han afectado al PP, sin mencionar ninguno, el jefe del Ejecutivo ha reconocido el "descrédito" para la política y ha defendido la actuación del Gobierno y la autonomía de jueces, policías y fiscales en la lucha contra la corrupción justo días después de que Mas haya acusado al Estado de orquestar una operación contra él a cuenta del caso del 3%.

Publicidad

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad